9 de diciembre de 2007

Recuerdos breves 1

Recuerdo a tía Adriana, en Carén, al día siguiente de nuestra llegada (el papá, el Requi y yo), revolviendo la pila de alpargatas hasta encontrar unas de mi tamaño y que fueran iguales…

Recuerdo a la tía comprando las chupallas para el Requi y para mi. La mía tenía cerezas rojas y una cintita para amarrarla.

Pero la del Requi tenía una ceremonia. Recuerdo al papá y los tíos, hirviendo una tetera y dándose mutuamente instrucciones y criticándose respecto del procedimiento y la frase Castillo “cómo no vas a a saber” y el Requi, pobre, sin poder usar su chupalla nueva hasta el otro día cuando ya tuviera forma no sé si de huaso o de vaquero, este año de vaquero qué te parece, no de huaso como corresponde cómo se te ocurre como quiera el niño…

Recuerdo esa ceremonia de transformación de las chupallas y las instrucciones…”cómo no vas a saber”…

9 comentarios:

Rodrigo dijo...

"...revolviendo la pila de alpargatas..."

Creo que esa frase merece una descripción más completa y detallada...

CeciliaCastillo dijo...

Aclaro que debo haber tenido entre tres y cinco años. Sin embargo es fresco el recuerdo de entrar a una habitación y encontrar una pila de alpargatas de diferentes numeraciones, de niños y adultos. Me parece sí que daba lo mismo el pie izquierdo o derecho. No había diferencias. Ahí te tirabas a nado a encontrar dos iguales del número que tú querías.
No importaba que no quedaran perfectas: tenían unas pititas para amarrarlas alrededor del tobillo ¿Capici?
¿Alguien màs se acuerda de esto, o soy la única "vieja" en el blog?

Lore dijo...

A mi no me compraban alpalgatas, me compraban chalitas plásticas , y de colores eh¡ El problema era cuando los pies se mojaban mmmmmm, quedaban como para hacer tortas de barro.

Don Pato dijo...

"Cómo no vas a saber..."
Por qué será que esa frase la he ocupado con mis hijos y hasta con mi esposa !!!

Yo usaba sandalias de cuero en Carén. Imagino que me deben haber mandado desde Santiago con ese tipo de calzado.
Decir usaba era exagerar ya que recuerdo haber perdido a lo menos dos sandalias al resbalar de los "puentes" que habían sobre los canales que cruzaban el camino al bajo. Después de retarme y castigarme tanto mi abuela Carmela como las tías, me pregunto...cómo habrán resuelto esa situación? o talvez me habrán conseguido unas alpargatas? No lo recuerdo...
Mi época de alpargatas es otra, es cuando tenía 17, pero esa es otra historia...
Hoy mi hija Valentina está en la onda de las alpargatas y circula por la vida feliz, agradeciendo su secillez y comodidad

Anónimo dijo...

A MI ME TOCARON CHALAS PLASTICAS ,HORRIBLES LOS PRIMEROS DIAS ROMPIAN LOS PIES, DESPUES TRANSPIRABAN ,SE HACIAN BARRO.
CREO QUE ERAN DE MARCA CALZIPLAS O ALGO ASI,LOS CINCO MENORES NOS TOCO POR AÑOS.
KENA

Anónimo dijo...

Yo usé posteriormente chalas plásticas,
1)era más fácil correr (no se enredaban ni se desataban),
2) eran mejor para subirse a los árboles (no se rebalaban como las alpargatas),
3) permitían atravesar el canal por el agua (no se deformaban)
4) era fácil distinguir el pie derecho del izquierdo para ponérselas
5) no se manchaban
Me quedo con las chalas...

Anónimo dijo...

chuaaaaaaaa,tito pero transpiraban como chino los pies.tenian las ventajas que tu dices pero tambien desventajas
chau
kena

Anónimo dijo...

otra desventaja es que con el sol quedaban marcadas en la piel por mucho tiempo jaja

Anónimo dijo...

Los chicos también usamos apargatas, más de una vez...
¿Cómo no se van a acordar?