22 de marzo de 2010

Recuerdos

¿Qué magia tenía el organillo que nos hacía escucharlo embelesados?,
¿Qué encanto tiene todavía, que al escucharlo me lleva de regreso a la infancia?
Misterios del alma humana, que puede llenarse de dulzura,
con el sonido algo destemplado de este instrumento callejero...

8 comentarios:

Rudolf Kastell dijo...

Wena hno. Cierto es que esos sonidos -en este caso no tan destemplados- nos transportan al pasado y a otros lugares, siempre me han gustado. De hecho tengo un casette con esa música, claro está, con música berlinesa, en instrumentos alemanes, con gran calidad sonora, pero con el mismo efecto de estas máquinas chilenas aunque seguramente de origen europeo que aún hoy, se trasladan por nuestras calles, sin impactar a los jóvenes de hoy pero siempre dejando las almas mayores llenas de añoranzas de épocas pasadas.

tito dijo...

Sí, era un espectáculo verlos, lo que significaba salir corriendo a su encuentro, a veces con una moneda en la mano.
Siempre pensé cómo podían girar si marearse, todavía no tengo la respuesta.
Creo que la kenucha hacía lo mismo que yo, dar vueltas en la vereda evitando caer al piso totalmente mareados.
Por eso era sorprendente ver sus piruetas, tan rápidas y con tanta coordinación de sus platillos.

Reca dijo...

Tito está hablando de cuando los organilleros eran acompañados por un chinchinero. Antes del diluvio, que es de cuando vengo, el organillero estaba acompañado solo por un pájaro, que podía ser un loro, encargado de sacar un papelito con la "suerte".

Rodrigo dijo...

Aún subsiste alguno que otro loro "antediluviano" por nuestras calles, que viaja equilibrado en un viejo -viejo- organillo, manipulado por un organillero tan -o más- antediluviano que Reca...

Y aún hoy, al escucharlo uno, no puede menos que pararse a escucharlo, por apurado que esta vida moderna lo lleve...

kena dijo...

Aqui en la feria de las pulgas nos visita todas las semanas un chinchinero y despues nos pasa el sombrero. lindos recuerdosdel organillero . En mis primeros tiempos no habia chinchinero...jajajjajaj

kena dijo...

Aqui en la feria de las pulgas nos visita todas las semanas un chinchinero y despues nos pasa el sombrero. lindos recuerdosdel organillero . En mis primeros tiempos no habia chinchinero...jajajjajaj

Don Pato dijo...

Cada vez que siento un organillero me detengo a escucharlo ya que me trae recuerdos de la niñez. Por esos tiempos de nuestros juegos en la Plaza Yungay, también conocida como la plaza del Roto Chileno.
En una oportunidad tuve salir a fotografiar ciertos personajes populares y cuando busqué un organillero no lo encontraba por ninguna parte !!!
Al final pude registrar uno que andaba tocando en el Parque O'Higgins.

tito dijo...

Nadie mencionó las famotas pelotas unidas a un elástico, muy baratas, que siempre se compraban aunque su utilidad era cero, no servían para jugar, solo un rato, quizás se adquirían más por ayudar al organillero.
También ví un caso en que vez del loro que sacaba los papelitos de la suerte había un simpático monito lamentablemente encadenado, claro porque o si no hubiera huído de inmediato de tan triste empleo que le daban