8 de octubre de 2013

De la Rocket a los Bullet

Entre el 6 y el 8 de octubre de 1828 se realizó una competencia de locomotoras en Rainhill, Lancashire.
Se presentaron la Cycloped (Brandreth), la Novelty (Ericsson), la Perseverance (Burstall), la Rocket (Stephenson) y la Sans Pareil (Hackworth).
La prueba incluía una etapa de clasificación que requería que las locomotoras desarrollaran una velocidad mínima de 14 km/h.
La competencia la ganó la Rocket, diseñada y construída por George y Robert Stephenson. Completó todas las pruebas con una velocidad promedio de 19 km/h y una máxima de 48 km/h tirando una carga de 13 toneladas.


Actualmente, 185 años después, en la línea Beijing–Guangzhou–Shenzhen–Hong Kong inaugurada en el 2012, la velocidad máxima operacional es de 350 km/h.
Los trenes desarrollados para el sistema Shinkansen en Japón han logrado 443 km/h en las pruebas sobre rieles normales y tienen el record mundial con 581 km/h en condiciones especiales.

17 de abril de 2013

¡Feliz Cumpleaños, Lorena!

Parece que este Blog está muy poco frecuentado ultimamente, pero como siempre se dejaron acá los saludos de cumpleaños, no veo motivos para no continuar con tan saludable costumbre. Por eso:


12 de abril de 2013

La ley del Talión

Ojo por ojo, diente por diente,
vida por vida, dice la ley.
Oveja por oveja, burro por burro,
buey por buey.

Así, en cumplimiento de la nunca olvidada
Ley del Talión,
yo te pago ahora, querida hermana:
ratón por ratón...





(No he podido entregártelo, Ceci, pero hay un ratón esperando por tí. Un ratón cochabambino, de pura raza cochala, que te traje de Bolivia.)

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Nota: Este blog empezó una noche, hace siete años, con un post sobre un ratón.Post que yace en el olvido, a estas alturas. Creo oportuno que este otro post ratonil sea el último que escriba en él.
          Ya no tiene gracia ni asunto, en verdad.





4 de enero de 2013

Y claro que me detuve...


Entre tantos grises edificios,
que nos ocultan el cielo y el sol;
entre tanto muro rayado y/o graffiteado;
entre tanto basurero rebosante y tanta calle sucia;
entre tanto mozalbete con los pantalones a medio caer,
y tanta muchacha chascona y mal vestida;
encontrarse por la calle
con un ángel de ébano y luenga cabellera,
cuyo blanco,
amplio
y vaporoso vestido
baila al compás de sus cadenciosos pasos,
amerita,
yo creo/digo/afirmo,
amerita detenerse un momento
sólo para verla pasar...



(Obvio que la versión que yo vi era mejor que la de la foto...)

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