11 de noviembre de 2010

Carén

He pensado, querría hacer un viaje
a esa lejana tierra tan soñada,
que a veces por silente, olvidada,
temiera de memoria su paisaje.

Dejar atrás desértico paraje
a tan larga sequía condenada
y tras lenta, monótona jornada,
dejar de ver su árido ropaje.

Y encontrarme de nuevo con hermosos
verdes valles, parcelas cultivadas,
blancas nubes y rientes arroyuelos

deslizándose entre árboles frondosos.
Frutos dorados, aguas plateadas,
de años idos evocan dulces vuelos.


Jenofonte

4 comentarios:

Rodrigo dijo...

Aunque lo que se encuentra al llegar no es sino un pálido reflejo de lo que nuestra memoria guarda, hay cosas que no cambian...

Y por esas cosas, vale la pena el viaje...

kenucha dijo...

Por supuesto que vale la pena el viaje,aunque no es igual los recuerdos brotan,a mi me encanta ir y recorrer lo mas que puedo.

CeciliaCastillo dijo...

Mi hermano se ha caído, de manera bella y poética, a la nostalgia...
Pozo donde todos asomamos de vez en cuando...

tito dijo...

Hace poco en un viaje a Santiago traté de ver Carén desde lo alto.

Mi vista no es buena, pero tenía una idea dónde podía estar y quedé con dudas.

De regreso me conecté al satélite y ohhhhh, pude ver Carén y sus alrededores, fascinante ir acercando la imagen, casas, caminos, predios, río... fabuloso.

Pude comprobar que no estaba lejos de la imagen del avión.