Leyendo la reseña de un libro en "La biblioteca de la muerte"
-blog de Ahriel Raven Gray- me tropecé con esta cita del mismo,
y no pude evitar -como le ocurrió a ella- una sonrisa:
"¿No hay bibliotecas en el Cielo? - preguntó Tanya, bajándose del autobús.
La parada estaba situada en las afueras de un pueblecito de montaña, con
aspecto de no haber cambiado de función ni en número de habitantes en más de un siglo.
- Me temo que no. El conocimiento se adquiere de otra forma.
- Oh -dijo la joven, con un deje que sonó a "pues no sé si me gustará el Cielo después de todo"
- ¿Y en el infierno?
- Allí sí que hay bibliotecas, muchas, pero sólo tienen libros de Dan Brown y Stephanie Meyer. Es el infierno, a fin de cuentas.
Tanya soltó una carcajada."
(Citado del libro Heraldos de la luz, de Víctor Conde)
Otrosí:
Jovencitas como Ahriel y sus muchas amigas leen y coleccionan libros que es un gusto. Aunque-tal vez- la mayoría de ellos no llegaría nunca a nuestro velador, no deja de ser encomiable que prefieran leer a otras distracciones más habituales de los jóvenes, como escribir mensajes inentiligibles en messenger.
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5 comentarios:
Por eso no leo los libros de Dan Brown ni Stephanie Meyer, ya tendré tiempo de sobra después...
Yo leí el Código en inglés, que me lo regaló la Luzma, en un viaje a Santiago. 24 horas en bus dan para que leas cualquier cosa, pero no era malo. Lo tomé como novela policial...la Sra. Meyer, ignosro quien es.
Ceci
No, no es malo, es muy entretenido, si el problema está en la publicidad que lo infló demasiado, tanto que muchos se lo tomaron tan en serio que lo convirtieron en un libro de referencia. Se de más de una iglesia que lo utilizó para hacer estudios.
Lo curioso para muchos es que en esta época ciertos libros publicitados por la tv o artículos subidos a Internet se toman y creen al pie de la letra.
Y si enterrogamos a alguien en temas controvertidos dicen:
¿cómo dudar si lo leí en Internet? y te lanzan una mirada entre -pobrecito e imbécil- por el atrevimiento de insultar el conocimiento puro y verdadero de Internet
Un caso "pez piedra", ni más ni menos...
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