13 de septiembre de 2010

Y bien, se me adelantaron...


Pensaba escribir sobre este infausto día,
temprano por la mañana,
pero agregar el levantarse temprano
al hecho nefasto de cumplir más años,
resultó ser demasiado...

Y es que para este cumpleaños,
nada resultó como planeaba.

Planeaba, por ejemplo,
un asado de puerco a la parrilla,
con una cerveza mientras se asaba,
y una botella de buen vino cuando llegara a la mesa...

Planeaba preparar algo novedoso
-hace tiempo que quiero innovar en la cocina-,
un plato distinto,
no sé, algo...

Planeaba, cómo no, comprar una buena torta,
de ésas tradicionales, a la antigua,
rellena de simple manjar
y con cubierta del más corriente betún...

Y ahí está que nada de eso se pudo hacer.

Ocurrió que, una semana antes,
me sentí enfermo en el trabajo,
después de un buen almuerzo dominical,
con pastel de choclo,
2 empanadas
y una ensalada que incluía
cebollas en escabeche...

Ya en casa,
como no pasaba el dolor de estómago,
y no había evidencias de alguna dolencia,
a no ser el ardor que sentía,
fuí al médico.
Una endoscopía,
realizada al día siguiente,
entregó un lapidario diagnóstico:

Padezco de una grave Gastritis,
que me afecta desde el duodeno
-donde la llaman duodenitis-
hasta el final del estómago
-donde no la llaman de ninguna manera en especial-,
y dizque el médico que es cosa seria.
Como se trata de mí,
no podía bastar con eso:
agréguesele una úlcera de feo aspecto,
la que, empanadas más, empanadas menos,
podría empezar a sangrar en cualquier momento...

Conclusión:
No más café negro en el trabajo.
No más empanadas los domingos.
No al puerco asado.
No a la carne asada.
No a la cervecita.
No al vino
-sea tinto o del otro-.
Nada de huevos fritos.
Ni pescado frito.
Ni nada frito.
Nada de coca cola (nooooo!!!)
En fin, nada de nada...

Y he aquí que ayer celebré mi cumpleaños
-hoy la gente trabaja-
con un asado de pechuga de pollo,
regado con agua
(con agua, ¡¿habráse visto?!),
papas cocidas
-papas sin mayo, sin cebollita, sin cilantro, sólo papas... :( -
y arroz "asustado"
(entiéndase: blanco como rostro de quien vio un fantasma).


Así,
¿quien quiere cumplir años?

Brindar con leche no tiene asunto...


.

5 comentarios:

Don Pato dijo...

Uno podrá cumplir años pero... que uno no pueda tomarse su cervecita o su buen vinito...
Aaaaay ! que penuria...
Cuando me veo acercando a pasos agigantados a ser parte del club de los sexagenarios solo ruego que no me prohiban esos bebestibles, tampoco los arrollados, los perniles y el queso de cabeza, etc, etc...
Rodrigo, lo siento por tu nueva dieta, pero por otro lado es mas sana no? En todo caso mis deseos son que te recuperes para que sigas gozando de la buena mesa.

CeciliaCastillo dijo...

Hermano, quéjate todo lo que quieras...pero lo que no has perdido y lo tienes gozando de excelente salud...es tu magnífico sentido del humor...

¡Salud por eso! Con agua mineral sin gas o tecito, que a mi la leche me irrita el colon...
para qué hablamos del café, el vino tinto,etc...
Ja ja ja ¿Ves que no eres el único?

Reca dijo...

Brindo dijo el enfermito
por el vino y la cerveza
corra chicha con largueza
que se me abre el apetito

de una leche con vainilla
o una agüita de cedrón
que lleven mi maldición
médicos de pacotilla

que de la ciencia abjuran
y no saben recetar
los productos del lagar
que en verdad, son los que curan...

Rodrigo dijo...

Brindo dijo el enfermito
por el vino y la cerveza
pero brindo con agüita
no hay que perder la cabeza

No hay que perder la cabeza, si,
que con dieta y algún cuidado
pasado un tiempo podré volver
al tinto y al chancho asado...

tito dijo...

Rodrigo, enfermo y todo escribes una maravilla, pero después de tan sufrida dieta (aunque para mí no lo fue tanto hace dos años) te mirarás al espejo y verás que tus pantalones te quedan anchos y tu cintura habrá vuelto a ser cintura.
Lo que sí será difícil, soportar el fuerte y rico olor a asados de los patios vecinos