12 de enero de 2008

Mascotas, afines y similares

A ver...
¿Que "bichos" he tenido?

Un gallo. Mi mamá lo hizo cazuela, porque se puso muy malo y atacaba a todos.

Un queltehue, que no era mío, sino de todos, y se llamaba Pepito.

Arañas. Me duraron un par de meses,
hasta que a una amiga que también las tenía,
le ocurrió que una de ellas tuvo hijos, y como éstos deben arrancar de su madre,
para que no se los coma, escaparon del frasco por los hoyitos de respiración
y se extendieron por su armario, pared, velador, cama
y despertó invadida por arañitas minúsculas...
(una araña de rincón -que de ésas eran- tiene cientos de hijos....).
Así es que no quise esperar que me pasara lo mismo...

Un alacrán playero. Murió intoxicado por comer chanchitos de jardín.
Eran más fáciles de cazar que las moscas,
así que empecé a darle eso solamente, y la dieta le fué fatal....

Una culebra. La tuve en mis tiempos universitarios, en La Serena,
hasta que me mordió...

Conejos. Comencé con uno que atrapé en el patio,
escapado de algún vecino, y terminamos teniendo 15...
Luego tuvimos uno muy regalón e inteligente,
el "Muchacho", que pasaba todo el día en la casa, pero jamás la ensució.
Lo mató un perro vecino, para gran pena de mi papá,
que lo quería mucho. Se le pasó la pena,
años después, con un conejito negro, tan habiloso como el anterior,
que por su negrura se llamó "Montón de humo".
Pero no podía andar dentro de la casa, porque no era nuestra.

Un Hamster. Nos duró apenas una media hora.
Mi mamá no nos dejó sacarlo de la caja en que me lo llevaron,
y mientras se conversaba amenamente,
el hamster rompió la caja y se deslizó subrepticiamente,
sin que nunca jamás llegáramos a encontrar ni un rastro de él...

Tórtolas. Las atrapé en el patio de la casa,
y las mantuvimos como un año, hasta que mi papá me hizo soltarlas.
La economía en esos tiempos no permitía comprarles trigo.
Las soltamos en el patio, y quedaron aquerenciadas.
Siempre volvían a "darse su vuelta", aunque "de lejitos" nomás...

Patos. Varios tuvimos también, que terminaron siendo de la casa,
pero que llegaron, como siempre, por causa mía,
que siempre me han gustado todos los animalitos.
Pero no tenían nada de regalones, eran sólo patos.

Después, cuando vivía solo, me dieron una perrita negra,
que llamé Montón de humo,
porque ese nombre me recordaba a mi papá.
Un día tuve que irme, y no me dejaron llevármela...
nunca más la volví a ver.

Peces: Me regalaron un acuario con peces caros,
pero poco atractivos.
En mi ignorancia, los cambié a un vendedor inescrupuloso
por peces lindos pero comunes -y baratos-,
que me duraron mucho y se reprodujeron varias veces.
De a poco se fueron muriendo, por enfermedades
y también un poco por descuido.
Ya teníamos un bebé de quien preocuparse.

Antes de nacer Rodrigo, recibimos en custodia una perrita,
que luego se devolvió al remitente.
No podíamos tenerla, ya que vivíamos con mi mamá aún.



Luego, ya en nuestra casa, tuvimos hámsters.
Venían con una jaulita miserable,
así es que les construí una mansión hamsterística, con escaleras,
entrepiso, casita, escondites y un largo etcétera.
Desgraciadamente, la hembra, orgullosa ella
-tal vez de su rancio linaje- nunca jamás aceptó al macho,
aunque se lo cambiamos 3 veces.
Resultado, tuve que poner una división al medio de la jaula,
porque la femme fatale casi lo mataba al pobre cuando se le acercaba.
Allí comenzó la maldición familiar.
Como no hubo hijos, murieron de viejos, al año
(no viven mucho más que eso).

Catitas. También conocidas como caturras,
fueron afectadas por nuestra maldición:
siendo aves que se reproducen como la peste,
jamás hicieron siquiera nido...
terminé regalándolas, con jaula y todo
(también les había hecho un jaulón, con perchas varias y escaleras).

Otra perrita. Conseguida para el hijo, murió de pulmonía,
a causa de una lluvia, fenómeno tan inusual por acá,
porque teniendo donde refugiarse,
se quedó parada en medio del patio y se empapó.
Cuando nos dimos cuenta, ni el veterinario pudo salvarla.

Conejos. Eran dos, una parejita, pero uno murió misteriosamente.
Se culpó a un primo -inocente, el pobre- de la muerte,
y sólo meses después descubrimos que se había suicidado
al comerse el cable del refrigerador: se electrocutó.
La conejita nos acompañó años, pero un día murió de "cilantrizamiento".
Se me pasó un poco de esta verdura, fatal para ellos,
con su comida y no tuvo salvación.

Peces, volví a tenerlos, pero esta vez con bajo presupuesto.
Pero tanto me interesé en el tema, que terminé haciendo investigaciones
en internet, y escribiendo un par de artículos sobre peces exóticos...
Se me murieron, por legítima y supina desidia...

Ufa, Tortugas. La peor idea que he tenido, mascotísticamente hablando.
Si no se tiene recursos para construirle un estanque en el patio,
NUNCA compren -o acepten- tortugas acuáticas.
Viven 45 años, y crecen hasta los 40 cms de largo...
Las mías, de 15 cms, ya no caben en el acuario,
y hay que cambiarles el agua 2 o 3 veces por semana...
bad idea...
Y al fin, mi más grande satisfacción en mascotas,
nuestra última y definitiva perra, que tras una laaarga lucha intestina,
que ganó Rossana, llegó a llamarse Pichicha.
Por años, cada miembro de la familia le llamó por el nombre que quiso darle,
pues nadie aceptaba que no llevara el nombre escogido por él.
Nunca nos pusimos de acuerdo, hasta que,
por cansancio, Rossana ganó y quedó con el nombre elegido por ella,
que le recordaba una mascota de su adolescencia.



Esta perrita, que no vá con nosotros a ninguna parte,
excepto a la puerta de la casa, cuando salgo a barrer,
nos acompaña siempre, sin embargo, con su humildad
y bondad habitual.
Aunque mi mamá nunca la quiso (como a ningún perro)
sí aprecia sus ladridos, que le sirven para saber
cuando alguien toca a la puerta (ya no oye mucho).
Es compañera fiel y silenciosa en nuestras tristezas,
y muy cariñosa cuando, en nuestro egoísmo,
le damos oportunidad para sus juegos...

Es posible que se me olvide alguna mascota, afín o similar
pero creo que ésas son todas...

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Primito, no había conocido a nadie que tuviera tal y tan variada cantidad de mascotas,se nota que eres amante de los animales.
Como siempre me declaro admiradora de tus relatos que hacen tan ameno el meterse de pura intrusa a este blog, que me permite conocerlos un poco más y compartir algo con uds.
Me encantó el original nombre del conejito Montón de humo y encontre genial que la coneja se muriera de "cilantrizismo" (no me refiero a la muerte de la pobre si no al nombre que le diste a su muerte) no tenía idea que les hacía mal el cilantro que es tan rico especialmente en el "pebre cuchareao".
Te cuento que mi nieta la Renata tiene varias mascotas ,la perra dálmata que se llama Filomena, la gata que se llamaba Carlota y que termino siendo Carloto por error de identificación,un acuario con varios pecesitos y también las famosas tortugas que tu hablas que no tenía idea que crecieran tanto,espero que estas no sean de las mismas.
Muy linda la pichicha, yo tuve una cocker llamada Pupy que era muy regalona ,sufri mucho cuando murio atropellada y mi perrito el Chasca que era un kamikase cuando se lograba arrancar de la casa le gustaba enfrentar los autos y cuando se acercaban les hacia el quite ooooooooso,por curioso que paresca no murio atropellado como yo hubiera esperado por lo suicida que era sino de cáncer y de viejito.Es increible lo que uno se encariña con los animales.
Y por ultimo al que más cariño le tengo es a mi Homo Sapien el troglodita de mi esposito jájájá
Me anonimonize como tu dices por que no me resulta de otra manera,la tecnología se me va en collera y mi hermanito me dijo que fuera a anonimo y yo le hice caso

Anónimo dijo...

Bueno prima, en primer lugar, es la segunda vez que te leo decir que entras de intrusa a este blog. No puedo aceptar ese comentario, ya que tú entras directamente en los Castillo, ni siquiera en los afines o similares, sino Castillo, sin dudas.

Y por lo del anonimato, bueno, no muy atinadoo el consejo, porque, si sales de anónima en el encabezado por necesidad, bien puedes poner tu nombre al final de tu comentario, ¿no crees? Así no jugaremos al loto para adivinar cuál de nuestras innumerables primas eres... ¿cómo agradecerte tanto elogio, si no sé quién me los hace...?

Curiosa la historia del perrito que jugaba a "la rueda rusa" con los autos...

Respecto a las tortugas de Renata, bueno, si tiene las mismas rayas en la cara que la de la foto que puse, no tengas dudas de que será igual de longeva...

Y en cuanto a esa mascota que le tienes tanto cariño, imagino que le habrás enseñado ya a hacer algunos trucos, como lavar los platos, llevar el desayuno a la cama los domingos, barrer la calle y similares...

¿o nó?

Don Pato dijo...

Dudo mucho que le haya dicho a mi hermanita Carmen Gloria que se anonimanizara y no creo que mi alzheimer haya avanzado tanto...

CeciliaCastillo dijo...

Un minuto mientras Vicho bajó a jugar a la pelota para hacer una pequeña corrección: El queltehue, (como consta en medios de prueba epistolares de la época) se llamaba en realidad JOSÉ PATRICIO ERRÁZURIZ PANQUEHUE.

Don Pato dijo...

Me rectifico y reculo...
Yo cometí el error con mi hermanita Carmen Gloria, le dije pon anónimo y tu nombre donde corresponde, cuando quise decir pon alias y tu nombre donde corresponde.
Sorry...

Harto emperingotado el nombre del Queltehue...hasta me dió sed de puro leer ese nombre.
Mejor sigo con mi cervecita negra que tengo abierta mientras paso "la calore". Estoy con la lavadora en la UTI, ya saqué la bomba de agua y creo que ese es el problema.
Nos vemoooooooos

Rodrigo dijo...

bueno, tal vez -y sólo talvez- Pepito sea el diminutivo familiar y cariñoso de tan rancio personaje, que según dices, se llamaba José Patricio...

Don Pato dijo...

Rodrigo, es increible la cantidad de mascotas que has tenido. Casi para escribir un libro con tus peripecias y aventuras.
Al final me quedo con esa perrita con carita amorosa llamada Pichicha.

Mientras vivimos en la casa de mis viejos, allá en Munita Infante tuvimos algunas mascotas.
Un gato llamado Lucky de pelaje rayado e inmenso de grande, alimentado con tripales de conejo que mi viejo traía de la Estación Central. El pobre murió en mis brazos envenenado por algún amante de los animales.

Una gatita que le puse Renata, porque en aquellos años daban una teleserie "Renata, la Gata". Era amorosa, dormía conmigo y me langüeteaba la espalda. Un mal día desapareció.

Un pavo que llegó solo al patio y que se murió de la impresión cuando entró sin percatarnos un perro de la calle ( la vecina se dió un festín el fin de semana... )

Una gallina collonca que llegó al patio a vivir bajo una enorme ruda y que nos brindaba con unos sabrosos huevos azules.

Un día mi viejo, don Jota, llegó medio emparafinao diciendo que le habían regalado un perro policial y nos ha presentado un perro chico y flaco con el pelaje manchado entre un Licaón y una Hiena...
La risa fué general y finalmente le hemos dicho, para no llevarle la contra, que aquel especímen debía corresponder a la policía secreta y que usaba ese pelaje por andar de incógnito. Su nombre era "Nicky - Investigador privado"

Un par de Carpas que tenía en un estanque. Una de ellas me la comió la Renata cuando las saqué y puse en un lavatorio para limpiar su pequeño ecosistema. Cuando me di vuelta una Carpita había pasado a mejor vida...

Un día llegó a nuestra casa una perra grande con pelaje tipo policial y muy vieja, razón por la cual yo creo fué botada a la calle...
Se instaló bajo el auto de mi cuñado Guillermo y se autonombró guardiana de nuestra casa hasta que fué aceptada dentro de nuestros dominios ladrándole a todos los extraños. Era tan desvencijada la pobre que mi primo Pedro Bórquez, que a la sazón vivía con nosotros, le puso "Lassie" por puro mofarse de su aspecto. Un día para rematarla salió y fué atropellada en la Circunvalación Américo Vespucio que recién estaba en construcción. Quedó parapléjica de su tren trasero, teníamos pocos recursos por esos años y debí entablillarla a pesar de mis pocos
conocimientos sobre la materia. Después de harto tiempo echada y de andar arrastrándose logró pararse y caminar medio conchijunta. Lassie ladraba y se caía por el esfuerzo...pero estaba nuevamente cumpliendo con sus obligaciones.

Anónimo dijo...

Era fácil hacerle un regalo a Rodrigo en su etapa de preadolescente: un libro sobre animales. Tenía variada literatura y era un experto en el tema considerando su edad.
En la casa paterna también hubo un tordo, no sé si tenía nombre, tampoco a quién pertenecía.

Anónimo dijo...

Es innegable la extraordinaria capacidad de Rodrigo, respecto a los conocimientos de los animales, a muy corta edad. Así, mientras el "famoso" se alemanizaba, él, Rodrigo, se animalizaba. No había dato que no supiera respecto a variados animales. No me extraña la alta cantidad de mascotas que ha tenido. Debo reconocer, que la pichicha no me gusta, pero no le tengo "mala". Yo, de mascotas tuve en alguna ocasión algunos peces, en un pequeño acuario adquirido a Tito. Gatos, por lo menos he tenido 4, todos no bautizados, sindo conocidos sólo por Minino. Todos crecieron y se fueron de la casa, excepto uno que se perdió durante una mudanza, un "rubio" así llamado por mamá que, por extraño que parezca, lo aceptó muy bien.
Mi hija Karin tiene actualmente un gran acuario, con cerca de 15 peces.
En mi ex-casa hay una perra, que de verla me dá alergia, pero aparte de eso, no hay dramas con ella (las pocas veces que voy por esos lares).

Lore dijo...

Mmmmm escribi la historia completa del "pololo" mi perro carenino y no salio, sniffff, snifffff

CeciliaCastillo dijo...

Anécdota rodriguesca:
Eran los comienzos de la televisión nortina. Rodrigo no tenía más de 6 años. Veíamos una de vaqueros. Venía el indio a todo correr, habilísimo en el galope, en pelo, y de pronto cae por un barranco cuesta abajo descuajarizándose terriblemente. La audiencia quedó en un ¡ay! solidario... excepto Rodrigo, que lanzó un suspirazo de alivio diciendo una frase para el bronce y que lo retrataba por completo:
MENOS MAL QUE NO LE PASÓ NADA AL POBRE CABALLITO.
¿Alguien se acuerda?

Don Pato dijo...

En esa época de las películas de cowboy, los gringos no habían metido en la cabeza que los indios eran los malos, así, que se cayera un indio descuajeringándose daba lo mismo. Lo importante es que se salvara el caballito...

Se me quedó algo en el tintero sobre nuestra relación con Cochinón y es que a él no lo compramos, nadie nos lo regaló y tampoco lo atrapamos. Él nos "eligió" como su familia y nosotros lo aceptamos con todas sus gracias y sus mañas, le entregamos nuestro cariño a la vez que somos responsables por su salud y alimentación.

Anónimo dijo...

hola primos,me gustaron muchos sus comentarios sobre sus mascotas alas cuales les tomaron mucho cariño y pasaron a formar parte de su vida.

yo tuve tambien algunos que me entristecieron mucho cuando se murieron...

tenia un pato blanco que lo queria mucho me perseguia por todas partes. hasta que decidieron cortar su vida, se lo comieron.y se acabo la mascota.

despues tuve conejos primero el rabito que era gris se comia todo.
y el cual que era blanco; todos preguntan como se llama tu conejo.. cual, ese decian, cual volvian a decir, ese.asi sucesivamente.

tuve gallito y gallina de la pasion. paloma ,pollitos que se murieron ahogados de tanto bañarlos.
un gallo y gallina broiler.

y otro gallo de colores de se escapaba para las poblaciones y teniamos que perseguirlo por se iba de casa en casa , ademas era bravo.tuvo que sacrificarse.

por ultimo nuestro bien ponderado perro" el jepp" nuestro con traje smokin, negro de pecho blanco. que vivo harto a pesar de un atropello por seguir una perra coqueta, estuvo paraplejico pero salio adelante, le dio distemper, se trago un cordel de un metro,se comio un condorito de goma, se trago una bolsa veneno de babosa le hicimos lavado intestinal y sano . murio a los 14 causando un gran dolor.

su primo ivo.

Don Pato dijo...

Don Ivo Boniche Castillo !!!
Sorpresa verlo por estos lares !!!

Harto accidentada la vida de tus mascotas, de todas ellas creo que sólo conocí al perro Jepp, que era un poquito odioso con las visitas.

Bienvenido y esperamos leerte bien seguido

Anónimo dijo...

primo IVO! que alegría que estés por acá, compartiendo en nuestro blog. Tengo recuerdos de cuando estuviste en mi casa hace algunos años. De esa vez que no sabía de tí. Tambien espero que sigas comentando. un abrazo... Rodolfo

Anónimo dijo...

el pepito era pareja del panchito cuando tuvimos dos queltehues se acuerdan?
hola primo Ivo como estas ?

saludos con mucho cariño a todos mis hermanos,primos y similares. KENA