Llega septiembre y el familión de mi esposa, once hermanos y sus respectivos/as incluyendo los retoños, se aprestan a celebrar como es su tradición familiar el cumpleaños de la patria. Para ello se organizan haciendo empanadas y cocinándolas en un horno que se encuentra en el taller donde se trabaja en estructuras metálicas. Ese lugar se despeja y se adorna con banderas y guirnaldas dieciocheras para instalar la fonda donde se comerán empanadas con ají y pebre, se tomará vino, cerveza y otros.
También se realizan juegos tradicionales como el trompo, el emboque y se elevan volantines.
Luego de engullir varias empanadas y empujarlas con algún líquido viene el zapateo mi alma !!! Tiqui-tiqui-tiiii !!! se armó la fiesta y vamos bailando.
Al caer la tarde viene la infaltable "parada" donde al son de marchas militares los presentes van desfilando frente a la " mater familiae" utilizando cualquier elemento que se encuentre por ahí.
Casualmente nuestro sobrino Álvaro está de cumpleaños por lo tanto durante la noche viene el consabido asado a cargo de sus padres, Pancho y Cecilia.
Después de todo esto que someramente les he relatado, solo queda sobrevivir.
También se realizan juegos tradicionales como el trompo, el emboque y se elevan volantines.
Luego de engullir varias empanadas y empujarlas con algún líquido viene el zapateo mi alma !!! Tiqui-tiqui-tiiii !!! se armó la fiesta y vamos bailando.
Al caer la tarde viene la infaltable "parada" donde al son de marchas militares los presentes van desfilando frente a la " mater familiae" utilizando cualquier elemento que se encuentre por ahí.
Casualmente nuestro sobrino Álvaro está de cumpleaños por lo tanto durante la noche viene el consabido asado a cargo de sus padres, Pancho y Cecilia.
Después de todo esto que someramente les he relatado, solo queda sobrevivir.
Mi sobrina Andrea y un compañero de baile
Todo comienza con un esquinazo
Con las manos en la masa
La marmita con el pino
Los buenos huevos duros
Las aceitunas deshuesadas
Uslereando y armando las empanadas
Ya están armaditas
Y listas para ir al horno
En la puerta del horno
El maestro oficial
Se ven apetitosas
Mi copa y "mis" empanadas
Ají verde y cilantro
Pebre
Ajicito
Un rincón del bar abierto
La decoración dieciochera
Maestro del trompo
Preparando los volantines
Mi doña dándole a la cueca
El desfile
"Impecable" parada
El asado final
13 comentarios:
Me refería a once hermanos y en realidad fueron doce hermanos, uno de ellos Juan Hernández Zazpe, detenido desaparecido.
Calculo que se hicieron alrededor de doscientas empanadas, algunas de las cuales reposan en nuestro congelador esperando que se nos pase la saturación.
Primo, te admiro profundamente. Yo jamás podría sobrevivir ni al 1% de esa celebración.
Le soy "quitadita de bulla" que le dicen.
Con menos cariño, algunos podrían calificarme (y a mi familia) de fomes, desabridos, insociables, no sé....
Creo que nuestra máxima diversión consiste en sentarse y conversar acompañados de un café o té.
Si alguien está de cumpleaños, podría ser una cerveza....
No sé...creo que soy marciana o jupiteriana...
Lo que no obsta que encuentre muy bonito, sano y creativo lo que tu hermosa familia hace. Admirable.
Admirable, sin duda. Envidiable, por cierto.
Pero, compréndase, soy un Castillo Tapia al 100% y, por ende, no menos fome que mi hermana.
Con un tercio de tal celebración ya me daría por más que satisfecho...
[Nota al margen: Malo para el trompo, un asco para el emboque, y tampoco puedo conseguir que un volantín se eleve más allá de 2 metros sobre el suelo. Salvo que sea chino (benditos volantines chinos...) ]
Oh, my goddess! ¡Que manera de celebrar! Yo sabía que soy fome, pero ahora me doy cuenta de la real magnitud de mi fomedad. En 60 años no he aprendido a encender el carbón, así es que el asado, del que apenas como, lo tiene que hacer el yerno de turno y mi mayor entretención es ver a 8 mil fulanos (y algunas ídem) marchando, mientras, eso si, me administro una dosis de cabernet sauvignon (que seré fome pero no "artemio").
Yo que me sentía raro porque el 18 lo pasé en la casa.
Fuí un día a las ramadas para decir que por lo menos las visité. Fritangas que por su olor me decían "te enfermarás" si me comes. Muchos juegos que son una estafa, donde es imposible ganar.
Distinto el caso de los antiguos gatos porfiados porque la publicidad no dejaba dudas, por más que se les pegaba era bien difícil que se cayeran. Uno sabía a lo que iba cuando compraba el derecho a tirar las blandas y livianas pelotas que acariciaban los gatos ante las burlas del respetable.
Después pasé a una feria artesanal a una cuadra de las fondas, muy entretenida, con valores muy convenientes, variada, pude comprar confites serenenses y una delicia que me llevó al pasado: unos exquisitos cachitos de chancaca, que tan ricos hacía la Matilde, con ese mismo sabor, el mismo tamaño y el mismo envase de papel.
Respecto al vino, años me costó tomarlo, pasados los 21 pude tomar vino blanco ante la sorpresa del papá que para él era veneno, a mí no me hacía nada, me refiero a los efectos negativos posteriores.
Pasaron muchos años más para que pudiera aceptar el vino tinto. Solo me gustan los muy buenos y basta una copa sin repetición porque para eso existen los jugos naturales.
Bah!, como que el vinito no fuese jugo natural de uva...
Parece que no es lo mismo, traté de comentar sobre el vino y no pude hacerlo ya que está bloqueado por mi empresa debido a que se refiere a alcohol.
Entiendo que les haya sorprendido la manera y el entusiasmo con que celebran las Fiestas Patrias la familia de mi esposa.
Es importante que sepan que en mi ADN hay mucho de Castillo y que me ha costado años para (mal) acostumbrarme a tanta expresión de jolgorio. Siempre tengo ganas de quedarme en casa y cuando estoy en medio de la celebración no hallo las horas que la "jefa" diga... viejito, cuando usté diga nos vamos...
"viejito, cuando usté diga nos vamos..."
Esta frase es para fundirla en bronce, es lo que ellas dicen cuando ellas quieren irse.
--Pero cómo, ¿ya se van?
--Es que el viejo quiere irse...
...
Acerca de lo que dice Tito, ya conocía la cerveza sin alcohol, pero ahora vi el "super" ¡un vino sin alcohol! Parece que es cierto lo del cometa Elenin, este mundo ya se está poniendo ridículo...
Reca !!! me hiciste reir con la frase final...
" es que el viejo quiere irse.."
Tal cual !!!
Cortadas con la misma tijera.
Esta cuestión del fin del mundo y las declaraciones apocalípticas me tienen a estas alturas sin cuidado, pero si que hay cosas extrañas en este mundo y en el cielo, Horacio... ( mal parafraseando a Chaquespeare)
Si viste en el super, vino sin alcohol, te cuento que mi hija trabajó en una empresa donde hacen vino en polvo...
Vino en polvo
Se trata de un producto elaborado por la compañía chilena Alfa Chilena S.A. que gracias a un proceso de secado por atomización a bajas temperaturas, elimina el agua y el alcohol del cabernet souvignon, conservando el aroma y las características saludables de la bebida… que ya no será bebida, sino polvo.
Es absolutamente natural ya que no han sido adicionados ni colorantes ni saborizantes. El equivalente es 5 litros de vino líquido a 1 kilo de vino en polvo. Posee sustancias fenólicas que previenen enfermedades cardio y cerebro vasculares por lo que su consumo es recomendado., se puede utilizar como saborizante y colorante natural en sopas, salsas, cremas , etc.
Además en cremas faciales (evitar arrugas), y capsulas para reducir el colesterol, entre otros usos.
En Europa también avanzaron en esto de hacer polvo al vino. Un equipo de investigadores alemanes y españoles del programa de investigación E! 4008 PROVINO dio con una fórmula para cambiar el estado de la bebida y convertirla en un condimento para dar el color y el sabor frutal del vino a yogures, chocolates, helados y otros productos de consumo habitual. alfa.cl/planetajoy.com
Yaaaa, estoy muy viejo para estas cosas, ya me veo comprando en el supermercado las cosas para el "18", 4 sobres de vino, 8 sobres de asado a la parrilla y 6 sobres de empanadas... mijita, que no se te olvide que hay que llevar un par de sobres de ensalada chilena para acompañar el asado, ¿y si llevamos también unos sobrecitos de chicha...?
En lo que quedó la celebración dieciochera, comprando puros polvos.
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