7 de septiembre de 2011

Algunas consideraciones acerca del futuro del libro


Como definición se podría decir que un libro es una obra escrita, impresa o pintada sobre láminas de un material adecuado, pergamino, papel u otro de superficie lisa, unidas por un lado y provisto de cubiertas.

Por lo tanto la condición de libro estaría determinada por su condición física, su forma y fabricación.

Pero, si extendemos el concepto de libro hacia los orígenes de la palabra escrita, podemos llamar también "libros" a las obras que tecnicamente no lo son.

Los primeros materiales que usó el hombre para intentar transmitir sus ideas a otros, pero de manera que perduraran en el tiempo fueron los que encontró más a mano, la piedra y la tierra. Así, si consideramos que las pinturas de las Cuevas de Altamira contienen una narración, no sería demasiado exagerado pensar que constituyen una forma primitiva de "libro".

Por que libros son también, como colección de escrituras, las tablillas de arcilla, las tablas enceradas, las láminas de corteza de árbol y los rollos de papiro y los de pergamino.

El libro como lo conocemos hoy tiene su origen en el códice medieval y tomó su forma definitiva en el siglo XV, conservándose con pocas variaciones hasta pasada la mitad del siglo XX.

En algún momento la necesidad de conservar en poco espacio una gran cantidad de libros o documentos llevó al desarrollo del libro en microfilm, técnica fotográfica que permite la consulta o lectura mediante visores especiales.

Pero es cuando aparece el computador, que el libro toma una nueva y revolucionaria forma, el libro digital.

El libro digital es la expresión virtual de un libro impreso, es decir que en una pantalla se pueden hacer aparecer las páginas de una obra como si se tratara de páginas impresas, las que se pueden leer en forma relativamente fácil.

Pero una vez aparecido este nuevo formato de "libro", el llamado e-book (o libro-e) comenzó casi de inmediato la controversia entre sus defensores y sus detractores, cada uno de ellos tan apasionado como el otro.

Desde el punto de vista de los detractores del e-book, el libro tradicional mantiene su valor debido a más bien a consideraciones de tipo romántico, el placer de "sentir" el libro en las manos, el pasar las páginas con el dedo y el olor del papel, principalmente. Considerándose en contra del e-book aspectos tales como su frialdad al tacto, su falta de textura o la dificultad física que se puede tener para leer en una pantalla.

Pero si se trata de predecir el futuro del libro, indistintamente de su forma material, arcilla, papiro, pergamino, papel o bytes, es notorio que el e-book está ganando terreno rapidamente.

La primera ventaja del e-book es, de todas maneras, la cantidad de espacio que ocupa, cualquier biblioteca que pretenda albergar 20 mil libros necesitará de un gran espacio físico, mientras que 20 mil e-book, dependiendo del formato en que estén, pueden ocupar entre 5 y 20 gigabytes, y 5 gigabytes no necesitan ya de un disco duro entrando perfectamente en un simple pendrive o en una tarjeta SD. Si eso no es una ventaja, no se que podrá serlo, considerando todavía que si alguien prefiere el libro impreso, puede imprimirlo incluso en su casa.

Otra ventaja es la disponibilidad, no es necesario concurrir a una librería para adquirirlo o a una biblioteca para leerlo, las comunicaciones actuales permiten su descarga directa al computador o al lector electrónico.

También es muy importante considerar una ventaja que hace al libro electrónico definitivamente insustituible (por el momento) y es su facilidad de consulta. Cualquiera persona que haya tenido que estudiar gastándose largas horas de biblioteca pasando páginas y páginas de numerosos libros, solo para rescatar de ellos las páginas que le interesaban, que haya visto retrasados sus trabajos porque el que pidió el libro antes se demoraba en devolverlo, que simplemente no pudo consultar un libro determinado porque no estaba en su biblioteca, ¿cómo podría pensar que no es una maravilla el poder tener en la palma de la mano una biblioteca completa, rápida y fácil de consultar?.

Ahora, uno de los argumentos muy socorridos por los defensores del papel es la dificultad para leer en una pantalla. Concuerdo con que leer en una pantalla de monitor (de los antiguos) no solo es cansador sino también dañino, pero la tecnología actual ha avanzado de manera que ya quedó atrás ese leer un libro en una pantalla de computador y ahora existen dispositivos diseñados especialmente para leer en ellos, contando con ventajas tales como la llamada "tinta electrónica", que entre sus características tiene la de no cansar la vista.

Que estos dispositivos sean todavía costosos no es un argumento en contra del e-book, es un argumento en contra de su costo, y por lo demás bastante relativo, porque si alguien se queja de que un lector puede costar tranquilamente 150 dólares, yo le puedo decir que la última vez que fui a una librería con los mismos 150 dólares podía comprar, como mucho, cuatro libros.

Ahora, que la tecnología no está ni estará por el momento al alcance de todos, es verdad, pero eso involucra aspectos sociales y económicos que nada tienen que ver con el libro en sí.

Lo mismo vale para lo que significan los derechos de autor y la viabilidad de las empresas editoras. Esos son aspectos legales y comerciales ajenos a la comparación o la competencia entre el papel y la electrónica como medio de almacenamiento del conocimiento humano.

Creo que el futuro del libro está claramente --por el momento-- en el medio digital, mientras no aparezca otro distinto y mejor. No hay manera de detener su progreso y, los esfuerzos de algunos para impedirlo, me parecen tan infructíferos como los de los copistas por impedir la difusión de la imprenta o los de los dueños de empresas de diligencias para detener el ferrocarril.

Personajes muy famosos del mundo de la literatura se acaloran al presentar sus argumentos acerca de la inconveniencia del libro digital, pero me parece que solo están discutiendo acerca de si son galgos o son podencos...

5 comentarios:

Don Pato dijo...

Estoy leyendo algunos libros digitales, sin embargo la magia de los libros en papel me fascina. De hecho ya empecé una lista por siaca el Pascuero, Papá Noel o mejor aún Los Reyes Magos se acuerdan de mí.
Comencé a presionar desde este mes...

Creo que no hay que ponerle una lápida a los libros tradicionales. No se acabó el cine cuando apareció la TV y no se acabó la fotografía tradicional cuando apareció la digital.

Reca dijo...

No creo que le esté cayendo encima una lápida al libro de papel, es posible que dure durante mucho tiempo más, puesto que si se acaba el papel bien podrían imprimirse en láminas de plástico que cumplan la misma función.
Pero es indudable que como medio de almacenaje del conocimiento humano como medio de difusión de la palabra y como soporte de un texto para su lectura, el libro digital es una realidad, llegó para quedarse y ya nadie podrá hacerlo retroceder.

Hay otro terreno perteneciente a la palabra escrita que ya ha desaparecido practicamente, la carta, como medio de comunicación ya ha sido reemplazada por el e-mail. Podrán decirme los "antiguos" que recuerdan como "pololeaban" por carta ¡y en esquela perfumada! pero actualmente los críos ¡"pololean" por chat!, lo que era romántico para nosotros es una lata para ellos...

Ahora, el que lee, lee, en papiro, en pergamino, en papel, en e-reader, en lo que sea; el que no lee, no lee en nada. El e-book puede que no estimule la lectura, pero tampoco la perjudica más de lo que la perjudican otros de los inventos modernos.

La magia de los libros en papel nos fascina, pero a nosotros, los "mayores", porque lo que es a nuestros descendientes... a algunos puede ser, pero no a muchos...

CeciliaCastillo dijo...

¡Ehhhhhhh! Tengo mi Kindle...

Todavía no lo pago porque mi hijo me prestó su tarjeta internacional (que yo no tengo), pero sí estoy en condiciones de disfrutarlo.
Encontré cientos de libros gratis ahí mismo en Amazon. De hecho todos los que están en Gutenberg y más. Bajé incluso algunos que ya tengo por la ventaja de que puedo agrandar la letra.
Otra ventaja es que viene un diccionario (inglés) que no estorba: Estoy leyendo y pongo el cursor sobre la palabra en duda y me aparece el significado.
Es cierto que la desventaja es que la mayoría de los gratis están en inglés pero afortunadamente para mí no es problema. Supongo que pronto eso va a cambiar...

También prefiero los libros de papel, pero lo digital es como la maleta con ruedas. No puedes rechazar la comodidad, en especial a "cierta" edad. Por otra parte quiero dejar de comprar tanto libro ya que ha pasado con algunos amigos a quienes se los ha llevado la Flaca y su herencia bibliográfica ha ido a dar a la feria de las pulgas. Además ya no hay lugar donde ponerlos...

Primito, en todo caso publique su "lista de deseos", como sabe...

¿Me resultará si a mi hijo le digo "Dios te lo pague" como me dice él a mi cuando le he prestado?

Reca dijo...

Vamos viendo dijo el ciego, tengo entendido que el Kindle lee el formato mobi solamente, pero hay aplicaciones que convierten cualquier formato a cualquier formato, es decir que puedes pasar los libros en .doc y PDF (epub, etc.) al formato mobi. ¡Entonces se terminan las limitaciones!

Este es un programa que se instala:
http://calibre-ebook.com/

Este otro funciona online:
http://www.2epub.com/

Los probé y funcionan, aunque algunos archivos convertidos presentan algunos detalles que yo considero sin importancia.

Por si acaso, es fácil también eliminar la protección DRM de algunos libros electrónicos, aunque eso es innecesario si se pueden convertir los archivos comunes.
Pero ¡Atención!, según los que inventaron el DRM, don Sata remodeló el infierno instalando un Décimo Círculo especial para quienes eliminen la protección...

CeciliaCastillo dijo...

Para todo lo que es copiar, afines y similares basta con solicitar a la reina Elizabeth I la respectiva patente de corso.
Con eso, cualquier pirateo deja de ser pirateo. Sir Francis dixit...