20 de junio de 2009

Una película de viejos

Es posible que alguien me diga que sí, que actualmente se hacen buenas comedias en el cine. Es posible, pero tendría que verlo para creerlo porque, aunque de comedias tontorronas y disparatadas el cine norteamericano está lleno, si de comedias serias se trata, será muy dificil encontrarlas. Seguramente más de alguien está pensando. "¿comedias serias?, parece que el tío no está muy bien que digamos..."
Bueno, es que estoy hablando de esas películas italianas de las de antes, de esas que solo saben hacer los italianos, capaces de hacernos reir con una tragedia y al mismo tiempo dejarnos pensativos con una situación graciosa.
Una de esas películas es "Amici miei" (Amigos mios), del director Mario Monicelli y que cuenta en su reparto con grandes del cine como son Ugo Tognazzi y Phillipe Noiret, además de Adolfo Celi y Gastone Moschin.
Cuatro amigos, un conde venido a menos (muy a menos), un arquitecto municipal, un periodista y un propietario de bar, se juntan de vez en cuando y, para hacerse la vida más llevadera inventan todo tipo de bromas pesadas para hacérselas a los demás mientras no dejan de embromarse a sí mismos, bajo el principio de "es mejor reir que llorar".
¿Habrá alguien capaz de hacer hoy la "supercazzola prematurata con giro a destra"?, no lo creo, los que vieron la película lo entenderán, los que no la han visto, lo siento mucho pero no lo explicaré, no me entenderían.

2 comentarios:

Don Pato dijo...

Sin contar que la"supercazzola prematurata.. "
ha perdido los contactos con "tarapia tapioco".
¿Qué pasa, Paolini?
Nada Hola, Necchi.
¡Hola!
¡Hola! Los señores quieren bromear.
¡Hola!¿Son amigos suyos?
Sí. Tocaban bocina para avisarme.
Sólo dos golpecitos, así.
¿No querrá hacerme una cuestión?
Vaya, Ud. ha sido siempre razonable.
Bien haré pasar esto por un malentendido. He comprendido.
¡Bravo!
Escucha, Necchi, no debes intervenir más...
cuando hago la "supercazzola".
Llamaba al remolque si no era por mí!.
¡Pero qué remolque!
¡Pero qué dices! ¿No has visto como estaba?
El juego funcionaba perfectamente. Lo teníamos en una mano.
¡Las pelotas teníamos en la mano!
No es la primera vez que los descubren.

Reca dijo...

La película tiene momentos muy divertidos, pero también otros profundamente dramáticos. La he visto varias veces y siempre me hace reir y siempre me impresiona, porque una cosa es que Mascetti le haga la supercazzola a un policía de tránsito y otra muy distinta que Perozzi se la haga al cura en la confesión, hasta Mascetti se queda pasmado...
(Bueno, las tres películas son buenas, tal vez la segunda sea la mejor)