por circunstancias que no viene al caso mencionar, caí en el museo de Antofagasta.
Pobre, de una franciscana pobreza,
hay que decirlo.
Pero ese no es el tema.
Lo que quiero traer a cuento, es la foto que adjunto,
que muestra unos patines que sin ser los mismos,
se parecen mucho a aquellos que circulaban por la casa en aquellos años de mi niñez,
y de los que se decía "los mayores" habrían ocupado.
Conociendo como era la Maty por entonces,
ahora dudo que alguna vez los hayan estrenado...
Aquellos tenían una correas que estos ya no tienen,
para sujetarlos,
pero si puede verse bien el sistema de ajuste que tenían,
para adaptarlos al zapato del usuario.
12 comentarios:
Jamás usados.
Se los habrán regalado a alguien... Vendrían de una rifa...
Seguro que la Kenucha se acuerda...
Siempre deambularon por ahi. Fueron para mi símbolo de lo prohibido, junto con los volantines, las bolitas, el emboque, leer en la mañana y miles de otras cosas que eran "para hombres"...
Bueno, nuestra madre es nuestra madre, y también un "patrimonio" que hoy cumple 84 años, y, según se ve, seguirá cumpliendo sin empacho muchos más...
Esos patines los ví de cabro chico cuando vivíamos en la calle San Pablo, entre Cueto y Sotomayor. Los lucían los "poderosos" del barrio cuando íbamos a jugar a la plaza del roto chileno (Plaza Yungay)
Que si alguna vez tuve la oportunidad de ponerme unos??
Nunca.
Felices ustedes que tienen ese "patrimonio" matriarcal aún vigente.
Aprovéchenla todo lo que puedan.
yo me gane un par de patines de esos en un concurso de un Album de banderas en el Teatro Nacional.
Lo tragicomico es que mi mama no me dejo jamas usarlos,y le tuve que dar uno al Tito que odiaba por los patines. solo los usabamos de a uno dentro de la casa. buhhhhhhhh
yo me gane un par de patines de esos en un concurso de un Album de banderas en el Teatro Nacional.
Lo tragicomico es que mi mama no me dejo jamas usarlos,y le tuve que dar uno al Tito que odiaba por los patines. solo los usabamos de a uno dentro de la casa. buhhhhhhhh
Sí, recuerdo esos patines. Es como dice la Kena, un premio. Claro que como todo no podía ser bueno, el premio tenía, para nosotros el valor de un elefante blanco.
Lo bueno de los patines, que eran ajustables, lo malo, que nunca aprendimos a usarlos. Las razones son varias, una, seguramente por falta de habilidad, dos, porque ¿quien nos podía enseñar?, y tres, y tal vez la más importante, porque el lugar natural para patinar era ¡la calle! y todos sabemos cuan "callejeros" éramos, o sea, cero posibilidades.
Y ahí quedaron los patines..., perdidos en las arenas del tiempo hasta que reaperecieron como testigos de un pasado que se hace cada vez más remoto.
Yo creo que en el fondo no se atreven a reconocer que ese patín puede ser precisamente uno de los mencionados... y que ahora se exhibe en un museo.
ESO sería tragicómico.
Jejejej.
Cuidadito sobrino ,con las insinuaciones burlescas.
Podrían ser los mismos porque yo nunca se los vi en la calle a otro niño, tampoco los vi en vitrina alguna.
¿aprender a usarlos? en las veredas era imposible por las numerosas ranuras que tenían.
Bueno, fueron donados al museo por un tal Humberto Villar, en 1997.
Bien podían ser los mismos, si se considera que su rastro se perdió antes del 80, en uno de tantos cambios de casa.
Ahora, a juzgar por el estado en que se encuentran los patines, no parecen haber tenido uso como tales.
Sería bueno si la kenucha se acuerda más o menos el año del premio, para informarlo al museo, y que así tengan una data aproximada, porque quien los donó no dió ningún dato al respecto.
Y...
yo también encuentro trágico que llegaran a un museo sin haber servido nunca como patines...
chuuuuuuuuuuu,corria el año 1964 y me saque este premio. El hermano Tito,se puso envidioso y me quitaron un patin,asi quede con uno solo,y con el me paseaba por los dormitorios
ni pensar en salir a la calle,no habia permiso,con patines o no , nunca sali a la calle a jugar.
Ah,mi Papa me dejo salir una vez que la Mama salio,fue historico.
Kenucha:
En atención a que fui acusado públicamente pido te perdón también por la misma vía, por mi envidia y haberte perjudicado.
Espero que los demás no sigan tu ejemplo de publicar mis malas acciones, porque tengo mi hoja familiar con muchas anotaciones negativas.
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