A propósito de dos cosas, va este post...

Una de ellas, el tema de la falta de cultura de nuestra gente, que no les anima a leer y que les quita la capacidad de escribir...
La otra, el Mother's Day...

De los muchos oficios que he desempeñado a lo largo de mi vida, para ganarme unas monedas, creo que uno de los que más me ha gustado es el de Cyrano...
¿Cuántas cartas de amor habré escrito, cuyas destinatarias no conocí, y cuya firma al pié no fue trazada por mi mano?
Pensaba después, con el peso -y también el paso- de los años, que quién sabe de qué habré sido responsable, y de que modo habrán cambiado esas vidas a causa de mis palabras... ¿por el vil dinero? no, más bien por amor a las letras...

En los últimos años reviví algo de eso, pero en otra área, ya que en mis tiempos de Presidente del Comité Paritario, me hice famoso con mis dicursos, tanto así, que uno de ellos fué tan celebrado, que nuestro Presidente y C.E.O. internacional (nunca supe qué significa C.E.O.) se llevó una copia impresa para leérselo al Directorio en pleno de nuestra empresa, en Canadá.
Esto llevó a que quien me sucedió en el cargo me haya pedido, más de una vez, que le hiciera "un discursito, algo simple"... y que incluso mi Jefe -mi Gerente- me pidiese una vez el mismo favor.
Es cierto que al fin no lo usó -creo que no quiso arriesgar un trascendido- pero el que él escribió luego de leer el que le hice, daba para una demanda por derechos de autor...

Y ahora, (nos acercamos al fin de la historia, paciencia...) he vuelto a las andadas, porque una cierta presidenta de sindicato (muy cercana a mí) me ha tomado por redactor de discursos y otros afines...
De ahí a estar escribiendo hoy un pequeño mensaje para el día de la madre, que celebran mañana, hubo sólo un paso. Y ya escrito, pensé que quizá a alguna mamá por ahí podría gustarle, así es que decidí publicarlo aquí, para que lo lean y a ver si les gusta.
No le busquen métrica ni rima, porque no es un poema, sino unas palabras introductorias para dar inicio a la ceremonia en cuestión.

Hace unos días atrás,
nos reunimos para celebrar una fecha importante para nosotros,
el día el trabajador.
Sin embargo,
hoy estamos aquí para celebrar otro día,
aún más importante:

Celebramos el día de alguien que,
a diferencia de los trabajadores normales,
no tiene un contrato ni un horario establecido,
ni se le da tampoco tiempo
para descansar o hacer colación…

Celebramos el día de una persona que,
aunque no recibe un sueldo,
realiza su trabajo con dedicación,
aún más allá de lo que se le pide,
y sacrificando sus horas de reposo…

Celebramos el día de alguien que,
cuando recibe malos tratos
de aquellos a quienes sirve,
no se queja ni se rebela,
antes esconde el sufrimiento en su corazón…

Esta persona, que muchas veces
a este trabajo abnegado
debe añadir las obligaciones y pesares
de una vida laboral,
esta persona, queridas amigas,
son ustedes…

las mamás…

Feliz día de la madre…!!