5 de mayo de 2007

SIMBAD

Lo que eran las cosas, un tamaño realmente minúsculo: 12,5 x 17,5 cm, pero con un contenido abundante.

Juana de Arco, La Ciudad de los Lamas, Los Tres Mosqueteros, Solitario Bill, El Charro Fugitivo, El Jorobado, todo en 32 páginas.

Esperábamos en la puerta de la casa, impacientes, al "zunco" de las revistas.

Pero no lo leíamos apresuradamente, lo hacíamos con calma, saboreando cada palabra, porque el capítulo siguiente no llegaría hasta una semana después.

"Chaverny levantó bruscamente el cortinaje. La princesa contuvo un grito, y el joven marqués, sospechando algún misterio, se precipitó a abrir la puerta." (CONTINUARÁ)

Eso era suspenso...

También venían un personaje de Nato, Ponchito, un huasito ingenioso:


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por ahí vi un día un alto de revistas de este tipo (y edad), en algún comercio de viejo (parece que fué en La Serena), pero el precio estaba en desacuerdo con mi poder adquisitivo, así es que sólo las pude mirar...

En todo caso, nosotros (el concho) empezamos desde el Billiken pa' delante...

Anónimo dijo...

Correcto, era por épocas, por ejemplo, yo nunca leí "El Peneca" pero sí el Billiken, que creo que duró bastante (sigue vivo todavía, pero es la sombra de su sombra). Del Billiken recuerdo que tenía de todo, era entretenido, pero lo que se me quedó más grabado (ese sería el objeto...) fue su majadero pie de página Las Malvinas son argentinas.
Saludos.

Rudolf Kastell dijo...

Se me perdió un comentario!!!!
Bueno, repito:
Yo recuerdo el Billiquén, pero más recuerdo otras, como las revistas mexicanas con temas históricos, eran muy buenas. También las de guerra, Trinchera, U2, y tb las de carreras, Ruta44 -con Michel Valliant- Y cómo olvidar el "Corriére del piccoli" que me enseñó el italiano y donde además pudimos conocer a los pitufos, muchos años antes de que los vieramos en la TV.
Buenas revistas, muy entretenidas.