23 de enero de 2012

Prohibido tomar fotografías, prohibido filmar.

Estuvimos en Lima.
Y uno de los lugares que visitamos, muy interesante, fue el Convento de San Francisco y sus catacumbas



Para quienes gustan de lo viejo, de la historia, de las reliquias, de muebles y arquitectura de centurias atrás, (léase nosotros)  resulta un paseo inolvidable, al que sólo restan valor dos cosas: El que no se pueda filmar ni tomar fotografías (ni siquiera sin flash), y el que al ser una visita guiada, hay que estar a merced del guía que te toque y soportar a los desatinados que nunca faltan, ni aún en lugares como éste.

Los guías podrían ser mejores. El que nos tocó -afortunadamente- era bueno, pero pudimos ver a otros que no lo eran tanto. Los peores son los del tipo ametralladora, que largan unas parrafadas que ni se alcanza a entender lo que dijeron.

Pero es una gran experiencia. Aunque están prohibidas las fotografías, Google (hasta que el SOPA o el PIPA dispongan lo contrario) muestra muchas imágenes que se han tomado desobedeciendo las normas. Yo no pude hacerlo, por más que tuve oportunidad y "me picaban los dedos" por tomar algunas.

(Imagen Google de la llamada fosa común)

Una de las cosas que llaman la atención es que los osarios presentan los huesos ordenados, de manera que en una hay sólo fémures y tibias, en otra cráneos, y en algotra huesos menores. Al preguntar al guía sobre eso, nos explicó que no es que esa fuera su disposición original, sino que al realizar las excavaciones, se encontraron capa sobre capa de cuerpos, separados por la cal y la tierra con que se cubrían, llegando algunas a profundidades de 4 metros, sin que se encontrara su fondo. Al volver a poner en ellas los cuerpos, se puso abajo "lo molido" por así decirlo, cubriéndolos en la superficie con los huesos más grandes, y por ende más enteros.  Alguna mente creativa fue la que dispuso los huesos de la fosa común en la forma que ahora se ven (foto), pero al ser encontrados estaban en el más absoluto desorden, ya que los esqueletos que allí había procedían de los muertos de clases sociales inferiores.



(Imágenes Google de visitantes menos escrupulosos)


Despiertan mucho la curiosidad una gran cantidad de puertas y rejas que permanecen cerradas, muchas de ellas intoncadas, y a través de las cuales -en la penumbra- se divisan más y más osarios, y pasadizos que no se sabe a dónde conducen. La tradición afirma que existen algunos corredores que comunicarían estas catacumbas con las de la Catedral y con el Convento de los Dominicos, situados a dos y tres cuadras respectivamente. Pero no se han hecho excavaciones para comprobarlo. Al parecer, falta interés.

En el convento, por otra parte, con todas sus antigüedades, nada nos entusiasmó más -a Rossana y a mí- que la Biblioteca...
Ahí sí que fue necesaria una perentoria mirada de mi mujercita, para recordarme que debía mantener las manos lejos de la cámara...

(Imagen Google)

Ni siquiera permitían pasar más allá de los dos primeros metros. Una crueldad, por cierto. Pero se entiende el porqué, cuando ve uno a cada tipo que va a visitar estos lugares... En las catacumbas, por ejemplo, vimos papeles, lápices e incluso un corazón de manzana entre los huesos.

La nota alta -durante nuestra visita- la dio un tipo petulante que, ya casi al salir de las catacumbas, dijo como al acaso a su acompañante:

- "Me impresionaron más las catacumbas de Roma..."  (evidentemente sus 1500 años más de antigüedad no tienen nada que ver en eso...)

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5 comentarios:

kena dijo...

Hermanito,que buen relato como siempre,me encantan,viaje´ en e´l.
el proximo año me gustaria un viajecito a la cuarta region.
muchos cariños hermano te quiero.

Rocío dijo...

Hermoso!!!
qué pena lo del corazón de manzana...

tito dijo...

Muy buen relato, esperaremos los capítulos siguientes.

Quizás el corazón de manzana fue tirado por algún chileno desubicado.

Concuerdo con el turista, sin duda que visitar las catacumbas de Roma es una experiencia espiritual valiosísima y no tiene comparación con otros lugares arquitectónicos que no tienen la fuerza histórica y de fe que es capaz de conmover profundamente a los creyentes cristianos.

Uno de mis sueños antes de morir es conocer Roma, la ciudad eterna.

CeciliaCastillo dijo...

Bella experiencia, hermano. En especial porque ustedes eran visitantes (no confundir con "turistas") respetuosos.
Respecto del tipo petulante...abundan. Yo escuché a una colega de francés que estuvo en un curso en París (hace años) y de allí las llevaron a Roma. Su comentario fue: "¡Qué desilusión, es una ciudad más vieja y sucia!"; y otra, profesora de inglés a quien le habían obsequiado un tour pedestre por la ciudad de Oxford (no se permite el ingreso de vehículos motorizados), se indignó al entrar a la biblioteca de la universidad "y qué tiene de interesante un lugar viejo, oscuro, con los techos bajos" y se retiró indignada, caminó hasta encontrar el bus de su grupo y se sentó, taimada, todo el día.
Mujeres chilenas, naturalmente. Qué vergüenza.

Reca dijo...

Conozco a una que fue a Buenos Aires, el tour consideraba una visita a una Feria de Antigüedades.
--¿Y que te pareció?
--Horrible, había puras cosas viejas...

Sucede cuando le regalan sombreros a quienes no tienen cabeza...