14 de noviembre de 2011

Perfume

Sería medianoche cuando desperté sobresaltado, me pareció sentir que la puerta se cerraba. Luego escuché un casi imperceptible roce de pies sobre la alfombra y el rumor de un cuerpo al deslizarse entre las sábanas. La noche transcurrió con la suavidad de la arena que cae en el reloj, mientras me sentía cautivo de un dulce arrobamiento para después sumergirme en un suave y apacible adormecer. Al despertar con las luces de la aurora, estaba solo, pero me hizo dudar que sólo hubiese sido un sueño, el delicado aroma de un perfume suspendido en el leve aire de la mañana...


Jenofonte

2 comentarios:

Don Pato dijo...

Que relato mas evocador. Si hasta me llegó el perfume con la brisa cálida de esta mañana ñuñoína.

CeciliaCastillo dijo...

My goodness !!!