Sería medianoche cuando desperté sobresaltado, me pareció sentir que la puerta se cerraba. Luego escuché un casi imperceptible roce de pies sobre la alfombra y el rumor de un cuerpo al deslizarse entre las sábanas. La noche transcurrió con la suavidad de la arena que cae en el reloj, mientras me sentía cautivo de un dulce arrobamiento para después sumergirme en un suave y apacible adormecer. Al despertar con las luces de la aurora, estaba solo, pero me hizo dudar que sólo hubiese sido un sueño, el delicado aroma de un perfume suspendido en el leve aire de la mañana...
Jenofonte
14 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
M mmhhhhh… ¿Cómo empezar? La historia del chancho chino tiene muchas facetas, tantas como personas había alrededor de la mesa aquel día… Y...
-
Para que lo conozcan este es mi primo regalón Jorge Patricio (ex Pato) en su penúltima visita en 1986. Bueno, para los "chicos" se...
-
En la conversa con la tía Adriana y la tía Consuelo, me comentaban de una antigua canción popular que cantaban en Carén durante "la pel...
2 comentarios:
Que relato mas evocador. Si hasta me llegó el perfume con la brisa cálida de esta mañana ñuñoína.
My goodness !!!
Publicar un comentario