¿Podrá ser que clasifiquemos a los participantes de este blog en algo así como: 1. Viejos graves; 2. No tan viejos pero igual graves; 3. Ni viejos ni graves; 4. Sueltos de cuerpo o livianitos de alma; 5. Jóvenes que a veces se atreven.
Bueno, aquí va un cuento que puede hacer sonreír a todas las categorías (aunque quizá con diversas motivaciones):
¡ARRIAD EL FOQUE!
¡Arriad el foque!, ordena el capitán.¡Arriad el foque!, repite el segundo.
¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo.
¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo.
¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo...
Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.
Ana María Shua
5 comentarios:
¡Excelente, me gustó mucho!
¡Caracoles!
Y eso que te tengo ubicado en la categoría 1 ....
Güenaaaa !!! estuve a punto de pedirle ayuda a mi amigo Google-Dictionary ante el temor zozobrar.
¿Y cuando leemos otro cuento?
Todavia estoy esperando saber si los tripulantes bajaron o no a la bodega de Davy Jones...
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