28 de diciembre de 2010

A mis hijos

Prefiero que compartas
pocos minutos,
ahora que estoy viva
y no una noche entera
cuando yo muera

Prefiero que estreches
suavemente mi mano,
ahora que estoy viva
y no la beses llorando
cuando yo muera.

Prefiero que te apoyes
en mi hombro y me abraces,
ahora que estoy viva
a que estreches mi cadáver
cuando yo muera.

Prefiero que me regales
una sola flor,
ahora que estoy viva
a que envíes un hermoso ramo
cuando yo muera.

Prefiero que me hagas
una breve llamada,
ahora que estoy viva
a que emprendas un rápido viaje
cuando yo muera.

Prefiero que elevemos
al cielo una corta oración,
ahora que estoy viva
y no una misa cantada
cuando yo muera.

Prefiero disfrutar
los más mínimos detalles,
ahora que estoy viva
y no grandes manifestaciones
cuando yo muera.

Porque ahora es cuando
vivo para amarte.


Mamá

4 comentarios:

Don Pato dijo...

Lo he leído varias veces y no tienes idea cuan acertadas son estos pensamientos. Es justamente lo que no hice o dejé de hacer con nuestra madre. He tratado de explicárselo a aquellos que aún tienen la dicha de tener la mamá viva y no lo entienden cabalmente. Es que hay que perder a la madre para comprenderlo?

Rodrigo dijo...

No sé de dónde lo sacó mi mamá, o cuánto tiempo lo tuvo guardado, pero lo cierto es que no hay manera de leerlo sin pensar en que podría uno haber hecho un poco más...

CeciliaCastillo dijo...

Me parece que es traducción mexicana de una tarjeta tipo hallmark donde no aparece el nombre del autor, porque me ha llegado en texto y ppt por correo.

A mi me lleva a reflexionar sobre como es que vivimos hoy nuestras maternidades y paternidades. Creo que es algo que ha mejorado en el tiempo, puesto que nosotros somos más cariñosos y comprometidos con nuestros hijos que como eran antiguamente los padres. Claro que eso trae como corolario que nuestros críos son un tanto más egoístas, pero por otro lado el mundo en que les ha tocado vivir es más complejo, difícil e inestable.

Espero que cosechemos lo que hemos sembrado, aunque quizá ustedes me dirán que no siempre es así. Pero igual pienso que se siente satisfacción al terminar tu vida sabiendo que la dedicaste a tus hijos y estuviste con ellos apoyándolos aun cuando ya eran adultos.

Lore dijo...

Yo ya lo había leído hace unos días atrás , así es que no me toma por sorpresa el leerlo aquí.