Cuenta Mark Twain:El capitán tiene una peculiaridad: no sabe decir la verdad de un modo plausible. En ese aspecto está en la antípoda del austero escocés que ocupa la parte central de la mesa, y que jamás ha contado un embuste inverosímil. Cuando el capitán concluye una alocución, los pasajeros intercambian furtivas miradas, como diciendo: «¿Quién va a creérselo?». Cuando el escocés termina las suyas, lo que expresan todos los ojos es «¡Cuan insólito e interesante!». El secreto radica en los caracteres y métodos de ambos hombres. El capitán es algo tímido e inseguro, y expone los hechos más sencillos como si abrigara un vago temor, mientras que el subdito de Escocia espeta la mentira más flagrante con unos aires de firme veracidad que obligan al oyente a darle crédito, aunque sepa que le engaña. Por ejemplo, el escocés nos relató la historia de un pez volador de su propiedad, que vivía como animal doméstico en una fuentecilla de su invernáculo y que se sustentaba cazando aves, ranas y ratones de los campos vecinos. Ninguno de los comensales dudó de su narración.
De: Siguiendo el Ecuador: un viaje alrededor del mundo - Sudáfrica
Que hacerle, me encanta Mark Twain...
2 comentarios:
Hermano, disculpa, pero se está notando que llevas más de una docenita de lustros por estos lados...
Date cuenta:
Papelucho destronó a Tom Sawyer, y Harry Potter destronó a Papelucho. Y Crepúsculo destronó a Harry Potter...
Y Tom Sawyer era lo que más se leia de Mark Twain. Sus otros libros, como el que mencionas estaban guardados solo para algunos.
Tu placer es un placer solitario hermano, resígnate....
Bueno, ya teníamos que sacar a cuento que mi biblioteca es de pergaminos, pero lo que quería destacar es la idea, de como la manera de decir las cosas es la que establece su credibilidad.
Recuerdo que una vez un obispo dijo de Los viajes de Gulliver que no estaba dispuesto a creer todas las cosas que Swift cuenta.
¡Reflauta!, nombré otro pergamino...
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