Mmmhhhhh…
¿Cómo empezar?
La historia del chancho chino tiene muchas facetas, tantas como personas había alrededor de la mesa aquel día…
Y es que no se trata sólo de una suerte de cecina más, en competencia con los otros varios alimentos que para untar en el pan había, sino de un trozo de historia, o más aún, de una historia en sí, por derecho propio, porque nadie –ni detractor, ni fan ni algún observador imparcial- podrá negar que el tarro de chancho chino llegó a ser, en su momento, un verdadero personaje, y es hoy en día, no sólo un recuerdo lejano, o un cuasi mito urbano, sino un legítimo trozo de la historia de nuestro país… Tanto así, que podemos separar a las personas en un antes y un después del chancho chino, tal es su importancia cultural, y su raigambre en aquellos que pasamos ya la barrera de los 40’s.
Y es que hay que tener mas de 40 para entender el entusiasmo que sentimos con Ceci cuando, así como quien dice a boca de jarro, nos topamos -en un anónimo estante del supervecino supermercado- con un grupo de tarros del mentado producto, que una fea etiqueta verde no lograba ocultar, pues su forma característica (grabada en nuestras mentes con el hierro al rojo de los recuerdos atesorados) resaltaba entre la monótona y aburrida variedad de metálicos cilindros…
Verlo y tomarlo fue una sola cosa para Ceci, y entonces ya era obvio que teníamos que llevarlo.
Nuestro único error fue el dejar su apertura a cargo de neófitos que, sin tener el más mínimo respeto a este verdadero ícono de una época de nuestra historia, no sólo no fueron capaces de abrir el tarro como se debe, girando la llavecita con la debida unción y cuidado, sino que lo atacaron vilmente con un feo y ya malogrado abrelatas, destrozando sus costados y quitándole cualquier posible uso posterior, por alguno de los varios fans que se encontraba presente. Y, por si fuera poco y en un inconfesable arrebato -cuyo actor material aún es buscado con afán- cometieron además un crimen gravísimo:
Mutilaron al pobre chancho chino, sacándole un trozo con una cuchara, como si se tratara de un vil zapallo italiano que debiera ser vaciado en forma tan ignominiosa…
Pero bueno, al fin y al cabo, y pese a la oposición por convicciones políticas de alguna y por la "mañosería" de un individuo reconocido vastamente por esa característica, la gran mayoría de los presentes comió chancho chino, con mayor o menor agrado, con mejor o peor resultado, algunos por curiosidad, otros por querer comerse un trozo de recuerdos y quizá si algotros –los más jóvenes- por no llevar la contraria a esos viejos -más o menos simpáticos- que suelen ser los tíos…
Afortunadamente, los procesos de fabricación actuales parecen ser más eficientes, porque no nos salió ningún trozo de dedo de chinito…
¿Cómo empezar?
La historia del chancho chino tiene muchas facetas, tantas como personas había alrededor de la mesa aquel día…
Y es que no se trata sólo de una suerte de cecina más, en competencia con los otros varios alimentos que para untar en el pan había, sino de un trozo de historia, o más aún, de una historia en sí, por derecho propio, porque nadie –ni detractor, ni fan ni algún observador imparcial- podrá negar que el tarro de chancho chino llegó a ser, en su momento, un verdadero personaje, y es hoy en día, no sólo un recuerdo lejano, o un cuasi mito urbano, sino un legítimo trozo de la historia de nuestro país… Tanto así, que podemos separar a las personas en un antes y un después del chancho chino, tal es su importancia cultural, y su raigambre en aquellos que pasamos ya la barrera de los 40’s.
Y es que hay que tener mas de 40 para entender el entusiasmo que sentimos con Ceci cuando, así como quien dice a boca de jarro, nos topamos -en un anónimo estante del supervecino supermercado- con un grupo de tarros del mentado producto, que una fea etiqueta verde no lograba ocultar, pues su forma característica (grabada en nuestras mentes con el hierro al rojo de los recuerdos atesorados) resaltaba entre la monótona y aburrida variedad de metálicos cilindros…
Verlo y tomarlo fue una sola cosa para Ceci, y entonces ya era obvio que teníamos que llevarlo.
Nuestro único error fue el dejar su apertura a cargo de neófitos que, sin tener el más mínimo respeto a este verdadero ícono de una época de nuestra historia, no sólo no fueron capaces de abrir el tarro como se debe, girando la llavecita con la debida unción y cuidado, sino que lo atacaron vilmente con un feo y ya malogrado abrelatas, destrozando sus costados y quitándole cualquier posible uso posterior, por alguno de los varios fans que se encontraba presente. Y, por si fuera poco y en un inconfesable arrebato -cuyo actor material aún es buscado con afán- cometieron además un crimen gravísimo:
Mutilaron al pobre chancho chino, sacándole un trozo con una cuchara, como si se tratara de un vil zapallo italiano que debiera ser vaciado en forma tan ignominiosa…
Pero bueno, al fin y al cabo, y pese a la oposición por convicciones políticas de alguna y por la "mañosería" de un individuo reconocido vastamente por esa característica, la gran mayoría de los presentes comió chancho chino, con mayor o menor agrado, con mejor o peor resultado, algunos por curiosidad, otros por querer comerse un trozo de recuerdos y quizá si algotros –los más jóvenes- por no llevar la contraria a esos viejos -más o menos simpáticos- que suelen ser los tíos…
Afortunadamente, los procesos de fabricación actuales parecen ser más eficientes, porque no nos salió ningún trozo de dedo de chinito…
47 comentarios:
No podría decir: yo no comí chancho chino. Fue un producto de venta masiva a precios increíbles y de buen sabor y presentación.
Uno de los poquísimos productos chinos de buena calidad.
La única vez que tuve dudas fue camino a Santiago, habiendo parado el bus en Los Vilos nos llevaron a los pasajeros a un pintoresco restaurant, lleno de redes como decoración, atendido por mozos como sacados de una película antigua con mesas idem. Arroz re re cocido y ensalada con un enorme trozo de "supuesto chancho chino", con color a él, sabor parecido pero un tamaño cuatro veces del conocido tarro, que por prudencia en mi plato fue comido solo un pequeño trozo.
Pero el otro, el verdadero, el recién salido del tarro después de unas cuantas vueltas con la llavecita, ésa era rico y perdurará en nuestra memoria culinaria "for over"
Sintiéndose uno aludido, la primera reacción es defenderse... pero aparece entonces la encrucijada que implica la situación... ya que la defensa de uno implica irremediablemente la condenación de otro (u otra) familiar. Y como la persona aquella a la que yo apuntaría con el dedo para exculparme no tiene posibilidad de defenderse a su vez, ya que no participa en este Blog... creo que asumiré que... lo del abrelatas... me pareció una buena solución, en principio, a tan disparatado entuerto. Ahora... lo de la cuchara sí me pareció un tanto apresurado... pero bueno... si hay en algún lugar de Antofagasta un estante lleno de chanchos chinos ya habrá un momento para una segunda toma.
Y la verdad... no hubiese sido tan memorable sin tanto accidente... habría sido como un chancho chino cualquiera... en cambio este ya tiene pinta de mártir.
Mmmhhhh...
No deja de ser atendible el argumento...
Algo tienes de tinterillo, además de poeta, parece...
Ah, aprovecho de avisarte que, desde hoy, has sido ascendido al rango de Administrador, con lo que adquieres el mismo derecho a publicar que, hasta ahora, tienen Ceci, Lore, Reca y el Rodi.
Tito sigue perdido porque jamás contestó el mail de invitación...
Pensé que estaba solo en el mundo, evidentemente no es así, ya que no hace mucho también encontré en un estante del supermercado, un pequeño número de latas del mentado "chancho chino" y no pude resistir la tentación de comprarme una. La abrí cuidadosamente (con reverencia) y lo comí.
Dificilmente se podrá encontrar un producto tan versátil, recuerdo haberlo comido frío, caliente, cocido, frito, asado, en guiso, en lonjas, picado, molido, con arroz, con fideos, con puré, con ensalada... la verdad es que como era lo único que había, la imaginación era muy necesaria.
Buenos recuerdos...
Saludos.
Lamento ser disidente -aunque tal vez no tanto- pero francamente, y no por ser "mañoso" como dicen ciertas lenguas viperinas, el sabor de éste chancho chino NO era precisamente el saboreado en la época de su auge.
Tal vez sea -como dice Reca- que, como no había más... se disfrutaba cuando se consumía.
O, tal vez... los chinitos de ahora no son sabrosos como hace 3 décadas.
¿No será que un chino pirateó el verdadero chancho chino y ustedes degustaron una vulgar falsificación?
Como ya decía, este chanchito chino no es marca Tulip, como el que ilustra y encabeza este post, sino de otra marca, por lo que, obviamente, aunque el sabor es muy parecido, no es exactamente el mismo.
Por lo demás, creo que si comiésemos el propio chancho chino original, Tulip, ya no sería el mismo sabor de antaño, pues dudo que el "maestro chanchero chino" sea el mismo, cuando mucho será algún discípulo, que nunca podrá tener la misma mano que su predecesor.
Y también, hay que tener en cuenta que, para cada uno de nosotros, ese sabor es distinto, según cuán condimentado esté por nuestros recuerdos y añoranzas...
En un supermercado "de acá" apareció el Tulip...
El sabor es exactamente el mismo. Lo que pasa es que nosotros somos los no-mismos.
Lamentable es, que por razones políticas, aquel que se exculpa y asegura NO ser "mañoso" (Con qué ropa, si no le gustan ni las paltas... nadie puede...) se empeña en despreciar, vilipendiar y calumniar este alimento que, como dice el Reca, podía ser preparado de múltiples formas. Tal vez, sólo tal vez, don Rudolf (como en tantas otras ocasiones) se agenció un tarrito de chancho chino y se lo comió solo - de ahí el disgusto.
Los "adolescentes", por otro lado, arriscaron la nariz pero lo más bien que se sirvieron sus buenas tajadas...
Hay que ver cuánta gente injusta ¿no?
La única consecuente fue la mamá. A ella le cargaba entonces y le sigue cargando ahora el famoso Tulip...
Lo relaciona con las colas. Pero no reconoce que nosotros le "hacíamos" las colas y ella llegaba sólo al momento crucial...
Para mi en cambio, el chancho chino es símbolo de mucho más que una comida.
En fin, son recuerdos...
Y que me haya olvidado de traerme la llavecita...
Y lo de la cuchara fue último... ya que el cuidado corte en torrejas era mandatorio...
Nadie a dicho nada del envase. Recuerdo haber varios, debidamente forrados, que fueron útiles para poner lápices y otros elementos de escritorio.
A propósito del "disidente" recuerdo una historia que contó nuestro papá referente a un niño que manifestaba que no le gustaban los dulces. La mamá los guardaba en un enorme tarro y entregaba de uno a los interesados. Pasó el tiempo y la mamá notó el número de los dulces siempre era considerablemente menor desde la última "repartija". Fueron interrogados todos los hermanos menos uno. Con el tiempo ya no solo eran interrogatorios sino también duras amenazas sobre quién sustraía los dulces excepto sobre el que manifestaba no gustarle los dulces, que quedaba fuera del amargo y largo momento de la ira de la mamá. Los sospechosos eran más de uno pero nadie reconocía su fechoría.
Pero ella (la mamá) no era fácil de vencer y espiaba. Un día, escuchó el leve arrastre de una silla y callada se acercó para ver que ésta había sido usada para encaramarse en un mueble y empinado estaba el culpable sacando el tarro que estaba muy alto; lo abrió y sacó varios para comérselos en otro sitio. ¿quién era el culplable de todos los hermanos? el que siempre estuvo fuera de toda sospecha porque cuando la mamá ofrecía un dulce decía: no me gustan.
Claro, rechazaba uno para comerse a escondidas, impúnemente, varios deliciosos dulces.
Nota para los sobrinos: cualquier parecido con algún tío es solo eso, ya que los sucesos no ocurrieron en la casa de los Castillo Tapia.
Como dicen por ahí... cualquier parecido con la coincidencia, es pura realidad...
Ah, y sí pensamos en el envase, Tito, imaginando algún uso doméstico apropiado para él, de ahí nuestra santa indignación por el "tarricidio"...
Algunos están muy buenos como para políticos eh? muy acusadores pero... con techo de cristal.
Miren que "algunos" realizaban actos inadecuados y culpaban al más famoso! vaya!!!
Pero si alguien se ganó el apelativo de "famoso" fue porque hizo abundantes e irrefutables méritos...
Vaya!
Si confese algun pecadillo, no fue para que me sacaras en cara a cda momento, oye...
Parece que tendre que retractarme... y decir que no dije lo que parece que hubiera dicho, sino todo lo contrario...
Bueno, mi madre dijo: lee el blog, para que veas lo del ya famoso chancho chino. Y, para no quedar de culpable igualmente que mi primo Felipe, no apunto a nadie con el dedo, me reservo cualquier tipo de comentario para el chanchicidio para los hermanos Castillo presentes ese dia.
Al final, el chancho chino me gustó un poco .
........ Camila .......
nunca pensó la Ceci el gran revuelo que por comprar un tarro de chancho chino, éste se convertiría en un chanchicidio de parte de los hijos de aquellos que quisieron probar el legendario producto, que dejó una profunda huella, difícil de entender para los pre-adolescentes, adolescentes y post-adolescentes (lo acabo de inventar)
Me permití identificar el comentario de Cami, que estaba apareciendo como anónima...
(hija de tigresa, tenía que salir rayada...)
Hummm, Tito, tu recién acuñado término de "post-adolescente", ¿será que se refiere a un "licenciado", que aún se cree un jovencito?
Me sorprende que la dueña de casa no haya dicho esta boca es mía (o "el abridor era mío").
¿O es que era demasiado joven para conocer el chanchito cuando estuvo en su apogeo?
No... no... yo creo que voy donde el tío Tito dice algo de "pre".
Camila... no será que tú estás como el del cuento que aparece más arriba?
Pacienciaaaaaaaaaaa, ¡ cuando el gato está , la ratona no baila ¡ .
Aunque nunca se dijo el domicilio donde sucedió el cuasi delito, a raíz de las últimas declaraciones podría deducirse que fue en casa de la Lore y la autora material su hija Camila ¿es así?
Mhhhh...
Sí y no...
Sí, que fué en casa de Lore...
No, que Cami es inocente...
Se deduce de lo que ella declara, y de lo que declara Felipe...
Habían más sospechosos en la escena del crimen, aún gente ajena a la familia (bueno, ajena "todavía", porque nunca se sabe...)
Tengo una duda: si tarea tan importante como abrir el mentado tarro se dejó en manos de neófitos que nunca usaron una llave para tal efecto y más encima son adolescentes pre y post, sin previa capacitación por parte de los adultos o adultos mayores presentes, no debería apuntárseles con el dedo sino que tendrían que comprar varios tarros de chancho chino y enseñarles a cada uno de ellos la técnica adecuada.
¡ 24 comentarios ! Definitivamente el tema: Chancho chino, afines y similares, batió el record dentro de este blog. Salud por esto !!!!!
Sugiero que, en adelante, cuandoquiera que se reúna una parte del familión, (nunca podemos estar todos, si somos tantísimos), se considere chanchito tulip para echarle al pan.
Y me guardan la llave si es que yo no estoy....
Definitivamente, el "chanchochino" se robó la película...
Y hasta me quitó la inspiración, pues de los varios post que rondaban en mi cabeza, acerca del día de marras, ya no puedo encontrar ninguno...
Toda otra referencia a esta pequeña reunión familiar ha sido desplazada definitivamente y, si no fuera por que lo posteé en primer lugar, quizá si hasta el "tranqueo por la línea" habría pasado al olvido...
¿O es que, por algún acaso, alguien recuerda cuál fue el motivo de la reunión? Creo que no, y es más, creo que este día quedará registrado en los anales del tiempo -per saecula saeculorum- como "el día del chanchochino"...
Para mi fue un gran placer haber compartido ese día con ustedes , desde la ida al cementerio por esos caminos de Dios , la caminata para regresar a casa y la panorámica linea 29. Para que decir lo grato que fue ver compartir a nuestros hijos ,ya que vi a Felipe y Rodrigo en una faceta de conversa nunca antes vistos y a los míos participativos también .
Un almuerzo compartido, conversado ,divertido y no hablar de las onces con el ya famosísimo chancho chino.
Se les dió el honor a los hijos de abrirlo, por ser algo nuevo para ellos, craso error , pero en fin , así es la vida .
La llave la tengo yo. Luce estoica en mi llavero , nadie le ha querido sacar una foto para ponerla, ya lo harán algún día .
Hacía años que no nos juntabamos tantos , y como dice mi sobrino Felipe espero que se repita pronto , en los días dieciocheros podría ser no? Así celebramos el cumple de Rodri (sin decir cuantos) .
Besos para todos, y gracias por todo .
Lore
Mmhhhhh...
In absentia felis est?
Cáspita, ciertos rumores que me han llegado, de fuentes inesperadas, me hacen creer que me apresuré demasiado en creer en la inocencia de cierta "anónima" señorita, en el asunto del "chanchicidio" en cuestión...
Oye, insolente, cómo que no recordamos el motivo de la reunión.
Cada vez que un grupo de los nuestros se reúne, es alrededor de nuestro inolvidable papá, de quien también heredamos, junto con nuestra deplorable salud, algo muy hermoso, como es el ser capaces de disfrutar con las cosas simples de la vida y de reírnos de los propios malestares.
(Cosas que no siempre los no-Castillos comprenden)
En fin. Que se vaya repitiendo...
Buena idea lo de juntarse para el "18", ojalá se pueda hacer, con los que se pueda! mmm... sí, me gusta la idea. (especialmente si se incluye a la mayor cantidad de la segunda generación.
Me parece muy buena la idea del 18... siempre y cuando la Camila no abra el chancho chino.
Mmm... bueno, no es que esté afirmando que ella abrió el accidentado y tan mencionado... sólo que ella no lo abra porque tendría que ser alguien de la generación anterior.
Ups!
Dear nephew, de los muchos refranes que me gustan, permíteme pronunciar dos:
"Por la boca muere el pez"
y
"En boca cerrada no entran moscas"
Sobran las explicaciones...
Ahora, acerca del 18, tengo compromisos laborales, desde el 18 al 21, en turno de día... así es que yo, al menos, quedaría "out"...
Rodolfo: ¿A quienes te refieres con la segunda generación?
Imagino que a la generación que viene después de la primera ...
nosotros somos segunda generación, también Felipe es segunda generación y Vicente también es segunda generación... ¿podrá abrir el Vicente el tarro?
Chuata (no se puede decir otra cosa). Por encargo de mis alumnos (me pillaron en pampa), estaba buscando en google el significado de la palabra "spam" y me encontré con este increíble comentario:
""¿Qué es SPAM? SPAM originalmente era un producto alimenticio estadounidense, su nombre deriva de SPiced hAM (jamón especiado), una suerte de análogo capitalista del tan recordado chancho chino de tiempos pretéritos. El SPAM fue una importantísima fuente de proteínas para los aliados durante la segunda guerra mundial. La metamorfosis entre este jamón y el correo no solicitado tiene que ver con un "sketch" del grupo cómico inglés Monty Python, en el que había un restaurante en el que sólo se servía spam, uno no podía evitarlo, y fue originalmente aplicada en Usenet (grupos de noticias), de donde paso a referirse al correo comercial no solicitado."""
¿O sea que el chancho chino le fue copiado a los yanquis?
TRIPLE PLOP!!!!!!!!
Me he leído íntegramente, de nuevo, todo lo escrito sobre el chancho chino y todo esto me trae a la memoria una época muy dura, eran los tiempos de las JAP, las colas de madrugada para conseguir un pollo...
En ese momento vivía solo con mis hermanas chicas, la mamá había fallecido y el papá andaba por otros derroteros. Allí es cuando hace su aparición el famoso chancho chino en nuestra casa, nuestra tabla de salvación para paliar los rugidos estomacales. Recuerdo que preparábamos unos emparedados con marraquetas añejas que calentábamos con la plancha haciendo presión hasta lograr unas ricas tortillas. El chancho chino que yo recuerdo no es Tulip sino que Ma Ling, bueno, supongo que deben haber varias fábricas de ese producto. Otra cosa que comimos bastante por aquella época eran unos niños envueltos en tarro que al parecer venían de Bulgaria u otro país del Este...ya no me acuerdo cual. La señora Ema vecina de donde vivíamos (el Requi se debe acordar de ella) siempre se preguntaba sobre el origen del chancho chino y yo le decía con malicia que como había tantos millones de chinos los cementerios no daban abasto por lo que era más conveniente cuando se morían echarlos a cocer, luego molerlos y enlatarlos.
Hace un tiempo atrás encontré en la calle Merced un negocio de productos chinos y me vino la nostalgia cuando vi el tarrito aquel con la llavecita...feliz llegué a casa con ese tesoro para compartirlo con mis retoños que me miraron con cara fruncida y cero interés en siquiera probarlo. Resultado, me lo comí solo acompañado por mis recuerdos.
Profe, interesante aquello del SPAM y su origen. Siempre se aprende algo nuevo. Se lo contaré a mi gente pa' que aprendan.
Buenos los Monty Phyton
Profe, le mandé un correo ¿no ameritaba su contesta?
Yo diría que no es un invento yanqui, en ningún caso. Probablemente la idea sea de origen inglés, y eso ofrecería una fácil explicación del por qué y el cómo llegó a ser un producto chino...
Es yanqui:
Lo chequeé en la Wikipedia.
Oh!
¡Por Dios!
Semejante noticia me ha causado un verdadero shock...
Yanqui... Brrrr...
Lo que me shockeó a mi fue que no les gustara el Monty Python (ver post poctubre mismo tema)
En todo caso la marca danesa Tulip tampoco es el chancho chino original. El auténtico es de la marca Spam, de origen estadounidense.
Cabe agregar que Spam es fabricado por Hormel Foods Corporation de Minnesota.
yo lo recuerdo con mucho agrado, tanto por su sabor inconfundible, como por añoranzas de épocas ya pasadas. Ni decir que era El "jamón serrano" de las miles de familias chilenas de aquella época en que el dinero era escaso o sin valor.
Grato recuerdo
PARECE DIARREA DE GATO
Mis abuelas contaban que en sus tiempos comían mucho chancho chino.ya que era barato.pero un día en la radio,una noticia de prensa informaron que estaba prohibida su consumó ya que era carne de rata.y ahí lo sacaron del mercado.
Yo lo comí era asqueroso una carne que no se sabía que era, Blanca y llena de grasa. Estuvimos más de 2 años comiendo, ojalá no haya que comerla de nuevo, y tenía mal olor. Un ASCO.
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