En el mismo apartamento vivieron durante muchos años
Cafetera - un dandi, un gourmet, casi un esteta -
y Tetera - un hombre gordo lleno de calor,
amable, trabajador y simplón.
Por la mañana, la cafetera
preparó una bebida divina para los propietarios,
un aroma maravilloso recorrió el apartamento,
la cafetera estaba muy feliz de servir a todos.
Pero era un fanfarrón, un arrogante,
y día tras día se jactaba de lo mucho que lo amaban,
de que no había nada más importante que él,
de que el café se servía sólo para los invitados.
Y Tetera, sonriendo, calentó el agua,
porque todos los días el chico tiene muchas cosas que hacer,
suministra agua hirviendo incluso en el calor,
todos beben té tanto en verano como en invierno.
Pero el tiempo avanzó incontrolablemente,
la gente comenzó a tomar café instantáneo,
preparar té en bolsitas...
¡Para Tetera, no la vida, sino simplemente el paraíso!
La aguas se volvieron más tranquilas para Cafetera,
de repente, nadie recuerda sus méritos...
El entrepiso se convirtió en su refugio...
Entre cosas innecesarias... él es el rey.
Poema de Vera Anoshiná, inspirado en la pintura "Tetera y Cafetera", de Vladimir Ivanov (en la imagen)..
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