E-mail

Antes que nada, y previniendo posibles demandas judiciales y/o agresiones verbales, quiero dejar en claro que:
a.- Conozco muchas mujeres inteligentes y capaces.
b.- Conozco secretarias atractivas que además son inteligentes, capaces y eficientes.

Bueno, ahora sí puedo contar lo que quería:

En la Minera El Tesoro, donde yo trabajo, tienen una política laboral respecto a la contratación de personal de sexo femenino, que obliga a contratar un cierto porcentaje de mujeres, tanto al propio Tesoro, como a sus empresas colaboradoras (léase contratistas), lo que resulta en que se ven bastantes más mujeres que en otras mineras. Incluso, tienen operadoras de equipo pesado (camiones de alto tonelaje).
Así las cosas, las susodichas son tema recurrente entre aquellos que deben trabajar en turnos 8 x 8, y que las ven diariamente.
Una de ellas, de la que había oído entusiastas comentarios, es la secretaria de una empresa que presta servicio también en los talleres de mantención, (como la mía), y que se dedica a la soldadura.
Tuve ocasión de conocerla, esta semana.
Que terrible experiencia…
Quedé impactado, odioso como soy,
no por los mentados atributos de la señorita,
sino por su absoluta falta de competencia para el cargo…

Necesitando yo comunicarme con esa empresa, y no teniendo a mano nadie que me proporcionara la dirección de correo, me vi forzado a hacer una “pausa activa”, y caminar hasta sus oficinas, para preguntarla.
Cundo llegué allí, me encontré a la famosa secretaria detrás de su escritorio, y le expliqué que necesitaba enviarles un

e-mail, y que por favor me diera su dirección de correo.
Me miró con cara de apuro, y me dijo que no la sabía…

yo - ¿no sabe su dirección de correo?
ella - no…
yo - ………..

Me quedé esperando una solución.
Esperé en vano, varios segundos, ¿minutos?, hasta que algo pareció funcionar en su cerebro, se le iluminaron los ojos y ¡voilà! encontró una solución…

ella - ¿ustedes usan correo Outlook?
yo - por supuesto
ella – entonces es fácil, pone ‘li’ en la barrita, y solita le va a salir la dirección… (se refería a la barra del ‘para’ en un correo nuevo, la que usa autocompletar. Como su empresa se llama Lider, al poner ‘li’ asumiría la dirección).
yo - (con verdadero pesar de tener que traerla al mundo real) lamentablemente, eso sería si mi correo estuviera en la misma red que el suyo, pero usted tiene red de El Tesoro, y yo de Finning…
ella – (con expresión del más puro desaliento) …………
yo - …………

Entonces ella hizo amago como de pasarme el ratón (que tenía en la mano), imagino que como una manera inconsciente de pasarme tan insoluble problema, por lo que le pregunté: ¿puedo?
Sí, me dijo, con indescriptible alegría, y me dio lugar para que pudiera acceder al PC.

Ahí le vi las propiedades a su correo y obtuve la dirección, ante sus asombrados ojos…
Era una dirección tan complicada, que entendí inmediatamente que no se la supiera.
Después de todo, sólo lleva 2 meses en ese puesto,

enviando e-mail todos los días: lider@tesoro.cl