A propósito de Mininos, les muestro a este que es el único gato que entra en nuestro hogar y objeto de disputa testamentaria entre mis supuestos herederos. Casi todos me han pedido que se los deje en mi testamento. Excepciones son: la Lore, que prefiere a Roscapumpa, simpático roedor que habita en mi escritorio y Rodrigo, quien ha solicitado formalmente la silla del pianista del teatro de Pisagua.
Que conste en acta, aunque eso no evitará bizantinas discusiones futuras.
Que conste en acta, aunque eso no evitará bizantinas discusiones futuras.
Está monono el gato ¿no?
5 comentarios:
Yo me anoto con los pinochos y demases juguetes de madera , pero porfa me haces entrega de ellos en 20 años más .
Aunque no tengo derecho ni pergaminos para hacerlo, debo solicitar humildemente que me anotes a la cola de los testamentarios...
no me gustan los gatos me dan miedo.
kena
A qué te refieres con "supuestos" herederos?
Aclaremos...
Bueno, entiendo lo del Roscapumpas y los pinochos. Pero no sé qué voy a hacer con "mi" escritorio sin "su" silla, tio Rodrigo.
Que yo sepa, mios son el escritorio, tu ropa, tus zapatos, la colección de películas (Felipe, incluyendo los CDs y DVDs), los utensilios de cocina. Dolorosamente he tenido que ceder los libros, pero bueeenoo se entiende, algo tendré que compartir con los demás "supuestos" herederos. Sigo: las planchas de fierro, tus compus, las fotos y las alfombras (posiblemente la guitarra tb).
Como pueden ver, no son tantas cosas. Solo aquellas de las que estoy segura, jamás me voy a deshacer.
Me alegra de sobremanera que las herencias se vayan haciendo oficiales.
:D
Rocío.
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