¿Y el día del padre?

No entiendo,
¿nadie se acordó del papá,
para el día del padre?
¿ni una anécdota, ni un recuerdo,
ni un comentario?

Al contrario,
yo me he acordado mucho,
quizá porque la enfermedad que me aqueja,
(mi herencia y la de varios otros)
se parece cada vez más a la suya.
Sólo que yo no tengo su entereza,
ni su ánimo para enfrentarla...

Ah, papá,
cuánto sentí que te fueras
antes de que pudieras ver
que -al final-
sí aprendí tus lecciones,
y sí quedaron en mi corazón, anidados,
tus consejos y tus palabras.
No alcancé a darte motivos para estar orgulloso de mí,
sino sólo penas y tristezas...
y sólo me queda esperar que, de algún modo,
puedas escuchar estas palabras,
y saber que mis tropiezos
no fueron porque me faltaras,
sino porque preferí no escucharte
cuando debí hacerlo, más que nada...

Papá,
es cierto que yo nunca voy,
a verte al cementerio,
pero es que no puedo verte ahí,
no te encuentro,
no te imagino entre esas paredes,
para mi estás a mi alrededor,
en lo que hago, en lo que pienso,
y es que desde que te fuiste,
cada día,
te llevo en mí, muy adentro.