14 de junio de 2007

MI gato















Ya que se está en momentos de recuerdos, y dado que salió a la palestra en casa cuando el Tito vió al susodicho gato, es que lo he puesto aquí, para admiración de todos: este gato cuenta ya con 43 años.

Seguramente se emitirán comentarios acerca de la "propiedad" del gato, pero... SIGUE SIENDO MIO. jaja.
No recuerdo mucho de "esa" época, pero me parece que los "dueños" realmente solo fueron "arrendatarios", como ninguno se quedó realmente con el famoso.

Aquí está entonces, como recuerdo y a ver si les viene algo más a la memoria.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Aparte de que eres un sinverguenza , no se me viene nada más a la cabeza , jajajajajajajajja.
Lore

Anónimo dijo...

Infeliz!!
Diras: "nuestro gato", porque doy fé de que me lo gané al menos una vez, en tus fraudulentas rifas, que realizabas cada tanto, amparado en la absoluta impunidad que te aseguraba la mamá, que encontraba tan graciosa tu sinvergüenzura...

CeciliaCastillo dijo...

Para el grupo de los Ancianos, ¿Tendrían la amabilidad de contar la historia del cateador de lauchas ese ?...

Anónimo dijo...

Yo también me lo gané en más de alguna rifa, por lo que al haber por lo menos dos testigos solicito la devolución del dinero con todos los intereses y reajustes al día de hoy (al estilo del cálculo de tiendas Ripley)
La otra alternativa sería la salomónica, dar un pedazo de gato a cada hermano ganador de las fraudulentas rifas

Anónimo dijo...

Ceci: Hace muchos años -más de los que conviene contar- había un arrapiezo sinvergüenza, que solía (cada vez que necesitaba algún dinero), rifar el gato de marras.

Hacía una lista de rifa ,que sólo tenía la cantidad de números equivalente al de las víctimas que se encontrasen a la mano, y empezaba -con un gran poder de convencimiento- a venderlos. No recuerdo el valor, pero sí que era una moneda, y también recuerdo que era capaz de hacernos creer de que ésa vez sí...

Vendidos los números a los incautos de turno, daba un ganador y entregaba el premio...

Hasta ahí todo bien. Pero al paso de los días, y cuando el ganador ya no estaba pendiente del gato, el susodicho se lo birlaba y -con el más absoluto desparpajo- anunciaba:

"voy a rifar MI gato..."

Todos los reclamos a la máxima autoridad -la mamá, obvio- caían en un saco roto, ya el sinvergüenza actuaba bajo su amparo...

Anónimo dijo...

Rudolf debe estar pensando: ¿para qué habré puesto el famoso gato en el blog? se ha iniciado una campaña de desprestigio... pero para los incautos que caímos una y otra vez... ahora los sobrinos pensarán ¡nuestros tíos no son confiables! cómo cayeron tan fácil reiteradas veces en el cuento "del otro tío"!

Anónimo dijo...

Eso es lo que nunca pude entender... ¿porque volvíamos a comprarle números?

Éste debió haberse dedicado a vendedor...

Rudolf Kastell dijo...

Se olvidan varios que tienen techo de cristal!
por ejemplo, podría decir yo: el/la que no tenga pecado lance la primera foto...
jaja
frescolines. Además, no hay pruebas tangibles, y ya prescribió el delito pues pasó hace más de 25 años!
jaja

Anónimo dijo...

¿No decía yo?
¡Un caradura...!

Felipe Robles Castillo dijo...

jajajajajaja

Felipe.


P.D. en mi blog no pide código de verificación para postear.

Anónimo dijo...

encuentro que el tio tito tiene toda la razon mis tios no son confiable como tan volados para comprarle numeros tantas veces
que insolito si mis hermanos me vendieran rifas nunca caeria en ese tipo de estAFA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
SE LOS MANDA SU SOBRINA MAS LINDA CONNY SHANTI