Las hadas son unas criaturas fantásticas, generalmente muy hermosas y muchas veces con alas
delicadas.
Como seres míticos tienen su origen en el folklore centroeuropeo, pero se la ha asociado con otros seres fantásticos pertenecientes a otras tradiciones. Por ejemplo, se las ha asimilado a las ninfas de la mitología griega o los jinn de la mitología árabe.
En todo caso, las hadas pueden diferir mucho entre sí, las hadas de la mitología celta son distintas de las del Ciclo Artúrico y de las de los cuentos de Perrault, por nombrar algunas.
En algunos casos las hadas buscan el contacto humano, llegando incluso a casarse con hombres, en otros, eluden el contacto. Su poderes pueden ser usados en beneficio exclusivo de una persona (las hadas madrinas) y en otras historias llegan a ser incluso dañinos. Las hadas suelen ser seres femeninos.
En el Ciclo Artúrico, las hadas más famosas son Morgana le Fay (Morgana el Hada) y Viviana, la Dama del Lago.
Ese es el lugar [La Isla de las Manzanas] donde nueve hermanas ejercen un gobierno amable sobre quienes llegan desde nuestra tierra. La primera entre ellas tiene una mayor habilidad en la curación, ya que su belleza supera a la de sus hermanas. Su nombre es Morgana, y ha aprendido los usos de todas las plantas para curar los males del cuerpo. También conoce el arte de cambiar su forma y de volar por el aire, como Dédalo, con mágicas alas.
(Geoffrey of Monmouth, La vida de Merlín)
Las hadas típicas (para la cultura actual) son las de los cuentos de Perrault La Cenicienta y La Bella Durmiente, y la imagen popular es la que popularizaron las películas de Disney, aunque me parecen unas hadas muy desabridas...
-Me gustaría… me gustaría…
Lloraba tanto que no pudo terminar. Su madrina, que era un hada, le dijo:
-¿Te gustaría ir al baile, no es cierto?
-¡Ay, sí!, -dijo Cenicienta suspirando.
-¡Bueno, te portarás bien!, -dijo su madrina-, yo te haré ir.
(Charles Perrault, La Cenicienta)
En Pinocho, el libro de Carlo Collodi también aparece una bondadosa hada, que toma bajo su protección al desafortunado muñeco. Pero, ¿por qué a Disney no le gustó el color azul?
Cuando el pobre Pinocho, colgado por los asesinos a una rama del gran Roble, parecía más muerto que vivo, La hermosa muchacha de los cabellos azules se volvió a mirar por la ventana, y se compadeció al ver a ese desafortunado que, colgado por el cuello , bailaba mecido por el viento de la tramontana, juntó las manos tres veces dando tres breves palmadas.Ante esta señal se oyó ruido de alas volando precipitadamente, y un gran halcón se posó en el alféizar de la ventana.
"¿Qué ordenas, mi hermosa hada?" Dijo el halcón, bajando su pico en reverencia; porque es necesario saber que, después de todo, la muchacha de cabellos azules no era otra que una muy bondadosa Hada, que desde hacía más de mil años vivía cerca de ese bosque.
(Carlo Collodi, Pinocho)
Campanita, la pequeña hada de Peter Pan de J. M. Barrie, también debe su conocida imagen a la película de Disney.
Ahora había otra luz en la habitación, mil veces más brillante que las lamparillas y en el tiempo que hemos tardado en decirlo, ya ha estado en todos los cajones del cuarto de los niños, buscando la sombra de Peter, ha revuelto el armario y ha sacado todos los bolsillos. En realidad no era una luz: creaba esta luminosidad porque volaba de un lado a otro a gran velocidad, pero cuando se detenía un segundo se veía que era un hada, de apenas un palmo de altura, pero todavía en etapa de crecimiento. Era una muchacha llamada Campanita
(J. M. Barrie, Peter Pan)
En la novela de ciencia ficción Maxwell al cuadrado, Clifford Simak, la Facultad de Sobrenatural de la Universidad ha logrado entrar en contacto con los seres que se creía míticos, como los gobblins, los trolls y las hadas.
»Y algunos otros de vosotros deseo que busquéis a las hadas para explicarles el deterioro de su verde, poniendo mucho afán en echarles todas las culpas a ellos, sucios trolls, y prometiéndoles que el césped será arreglado, terso y bello, para su próxima danza cuando la Luna esté llena.
(Clifford Simak, Maxwell al cuadrado)
A la mitología árabe preislámica pertenecen los Jinn, conocidos como genios, siendo uno de los más famosos el que estaba encerrado en la lámpara de Aladino. La versión femenina es la que ha sido traducida a los idiomas occidentales como hada, aunque en esencia sea muy diferentes a las del folklore europeo. Peri es un ser alado de la mitología persa, hermoso pero algo malvado, que al pasar a la mitología islámica se convirtió en bondadoso. Peri Banu (Hada Banu) es en realidad una genio.
El mundo está habitado por genios así como por hombres. Soy hija de de uno de estos genios, uno de los más poderosos y descollantes entre ellos; y mi nombre es Pari Banu. [...]
Como la hada Pari Banu pronunció estas últimas palabras en acento diverso, mirando al príncipe Ahmed con ojos enternecidos, y luego bajándolos por modestia, con un rubor que le encendió el rostro,fácilmente comprendió el príncipe de qué dicha hablaba.
(Las mil y una noches)
En la mitología eslava no existen las hadas en el sentido europeo, tal vez los seres más parecidos son las Vilas, pero ellas están más cerca de las ninfas de la mitología griega. Son jóvenes, hermosas, tienen alas y pueden transformarse en animales. Son benevolentes hacia los humanos.
Cuando llegó la noche se durmió y durmió hasta la medianoche, cuando fue despertado por el sonido de voces en la fuente. Un grupo de Vilas se estaba bañando y jugaban mientras se bañaban. Él era ciego, como recordarán, por lo que no podía ver sus hermosas formas, pero sabía que debían ser Vilas porque sus voces eran tan dulces como el gorgoteo de aguas y el murmullo de las copas de los árboles. Las voces humanas nunca son tan dulces. Sí, debían ser Vilas de las montañas y de los bosques.
(La fuente de las Vilas, cuento eslavo)
En las antiguas leyendas chinas aparecen de vez en cuando algunas hadas, aunque el uso de esa palabra puede deberse a la traducción, En Oriente los espíritus no tienen la misma connotación que en Occidente, y en muchos casos la palabra hada libera al traductor de compromisos...
En Lo Yang, la capital, las peonías florecían de una manera especialmente hermosa. Y allí vivía un hada de las flores, que, transformándose en una hermosa doncella, se puso a conversar con Lu Dung Bin, cuando éste vino a Lo Yang. De repente, apareció el Dragón Amarillo, quién había tomado la forma de un joven apuesto. Se burló del hada de las flores. Lu Dung Bin se enfureció y de un golpe de su espada voladora, le cortó la cabeza.
(Los ocho inmortales, leyenda china)