15 de octubre de 2016

Chilla, el impávido.



Impertérrito,
impávido, impasible,
un circunspecto zorro Chilla
pasó, pausadamente,
junto a nosotros.
Sin dedicarnos -ni tan solo-
una mísera mirada de soslayo,
siguió su camino
con imperturbable paso,
con británica flema
y pachorra rayana en desparpajo,
mostrando
la más absoluta y total indiferencia.

Pasó el Chilla
rebosando frialdad,
sin que pareciese siquiera
habernos notado,
diríase
sin que le importase un cuesco,
ni un maldito rábano,
que allí estuviésemos,
y se alejó ignorando por completo,
olímpicamente,
a la no poco abundante
-y aún menos poco bulliciosa-
humana concurrencia.

.

1 comentario:

Jenofonte dijo...

Es increible la capacidad de sobrevivencia de este animalito, debe ser harto difícil ser zorro en estos tiempos.