4 de enero de 2013

Y claro que me detuve...


Entre tantos grises edificios,
que nos ocultan el cielo y el sol;
entre tanto muro rayado y/o graffiteado;
entre tanto basurero rebosante y tanta calle sucia;
entre tanto mozalbete con los pantalones a medio caer,
y tanta muchacha chascona y mal vestida;
encontrarse por la calle
con un ángel de ébano y luenga cabellera,
cuyo blanco,
amplio
y vaporoso vestido
baila al compás de sus cadenciosos pasos,
amerita,
yo creo/digo/afirmo,
amerita detenerse un momento
sólo para verla pasar...



(Obvio que la versión que yo vi era mejor que la de la foto...)

 .

3 comentarios:

tito dijo...

Se miran porque son novedad, pero al paso que vamos, será una novedad no ver extranjeros entre nosotros, ya es irreversible el fenómeno que ya habían vivido muchos otros países.
Y claro, la economía chilena atrae, la tranquilidad atrae, las posibilidades de surgir atraen.
Por eso ahora los niños chilenos tienen madres ucranianas, rusas, haitianas, coreanas, chinas, congoleñas, pakistaníes, lo cual era impensado diez años atrás.

Rudolf Kastell dijo...

para mi gusto, esto no es bueno. ¿que discrimino? por supuesto!

Anónimo dijo...

el gato nos ha obligado a comentar, asi que nada aquí estamos :)