Sorpresiva incursiòn a Toconao
Bueno, de vez en cuando hace bien salir a dar una vuelta por el vecindario. Sin darme cuenta fui a parar a la Quebrada de Jere, bonito lugar. Recibì dos sorpresas, la primera es que cobran la entrada (esa no debiera ser sorpresa), la segunda es que estaba todo limpio, pero limpio (esa si que es sorpresa).
En resumen, unos momentos agradables en contacto con la naturaleza, el rumor del agua, el canto de los pajaritos y todo eso.
Fue entretetenido, los niños lo pasaron bien, por supuesto, ¡que facil es pasarlo bien cuando se es niño!
Hasta pude, deplorable fotògrafo que soy, captar a uno de los inquilinos del lugar, pero como soy ignorante absoluto en ornitologìa, dejo a Rodrigo la tarea de identificarlo:
Despuès, el regreso con puesta de sol, es increìble lo que pueden hacer unas nubes que se quedan y un sol que se despide...
Ya es suficiente, parece que el invierno no solo està afuera, tambièn està dentro de nosotros. No podemos dejar que la vida se nos ponga tan gris. Cariños a todos y que estèn bien.